Liderazgo Maduro = Resultados + Relaciones Adultas

Las investigaciones de Marcial Losada y Barbara Fredrickson son concluyentes respecto de los determinantes de los equipos de alto desempeño: crear una vinculación resonante de todos los integrantes del equipo tras un sentido compartido; conversar con una nueva forma de diálogo productivo, marcado por el balance entre proponer e indagar; y un campo emocional del equipo donde predomine la positividad sobre la negatividad, en una tasa mínima de 2,9 de positividad por 1 de negatividad.

La pregunta es qué rol juega el líder en estos equipos. Lo primero es constatar que el jefe sabe perfectamente que por la autoridad de su rol es quien define las metas, establece el sentido de urgencia, genera la tensión creativa para alcanzar los resultados, estimula la ejecución, evalúa tras indicadores y entrega retroalimentación positiva y negativa para generar los cambios necesarios. Establece qué hay que hacer. Es central su responsabilidad de diseñar la arquitectura e infraestructura de los vínculos entre las personas, es decir, habilita y valida todas las interacciones posibles entre las personas del equipo, explicitando que no es necesario que todo pase por su control.

Lo novedoso aparece en el cómo participa en las dinámicas de relación del equipo: el jefe no se concibe a si mismo como el centro del equipo sino como un integrante más, lo que permite que el liderazgo sea transitoriamente asumido por diferentes personas en función de las demandas emergentes del equipo.

Este es el contexto y la atmósfera en la que se desempeña un equipo de alto desempeño, con un sello indeleble de positividad y mirada apreciativa. Esta correlación se establece causalmente: si usted quiere resultados de alto desempeño sostenidos en el tiempo, ellos sólo ocurren en espacios de confianza y positividad. Sabemos que el miedo es rentable, logra resultados, depreda los activos intangibles y tiene fecha de vencimiento organizacional.

El líder maduro es aquel que logra buenos resultados con relaciones interpersonales adultas. Exigente en el qué, cuidadoso en el cómo. Firmeza + Cariño. ¿Cómo se alcanza esto? En primer lugar depende de la predisposición individual que deriva de si me quiero hacer cargo de mi autogestión, asumiendo el liderazgo de mi mismo. Aunque sea obvio, nadie da lo que no tiene, por lo que la única forma de crear ambientes organizacionales de alto desempeño nace de líderes que en su vida hayan madurado. Eso depende de la humildad, la determinación y la persistencia para ser más de lo que soy. Aquí hay un punto central: esto nace del despertar de la conciencia personal. Muchas veces me preguntan cómo hacer para que gerentes y líderes entiendan esta mirada del liderazgo, cómo hacer para ayudarlos desde afuera. Hay poco que hacer. Depende de algún disparador de cambio individual que abra la necesidad conciente de avanzar, evolucionar y madurar, para beneficio propio y de la empresa.


Quienes están en esta disposición individual de conciencia y aprendizaje, expresan su liderazgo personal en las relaciones con el equipo mediante un liderazgo facultativo marcado por la horizontalidad (la creencia de ser esencialmente igual a los otros, más allá de las diferencias de poder y rol), la co-construcción (crear juntos las respuestas a los desafíos adaptativos del equipo) y el diálogo productivo. Se sale del enfoque único. Ya no es el jefe el que tiene todas las respuestas ni es necesariamente el más inteligente. Se fomenta que las nuevas ideas y las respuestas a las situaciones difíciles emerjan de la relación del equipo. Por ello se afirma que el alto desempeño es un emergente relacional.

Este liderazgo relacional se traduce en el ejercicio de herramientas prácticas: la conectividad, la indagación y la retroalimentación permanente. Si bien estas ideas son conocidas por la mayoría, en la práctica son pocos los líderes que hacen de estas herramientas el sistema nervioso central de su equipo. La evidencia de investigaciones organizacionales sobre la efectividad de la retroalimentación como modo de vida empresarial es arrolladora y concluyente.

¿Qué ventajas tiene administrar de esta manera? Se logran los resultados planificados, surge la innovación sostenida y se instala la felicidad grupal y personal. Lo profundo de esto es la integración organización-persona que se alcanza. Sí puedo estar satisfecho y feliz en mi empresa. Se activa el principio de correspondencia: trabajadores contentos generan clientes contentos, que impulsan buenos resultados. Son pocas las personas que intelectualmente estén en desacuerdo con esta ecuación. El tema es tener el coraje de emprender el camino del liderazgo personal, cuestionando las creencias que a la mayoría nos enseñaron y que aprendimos por imitación: el liderazgo efectivo es directivo y la razón la tengo yo.

El líder maduro crece como persona. Desde ese nuevo nivel de desempeño personal se crean los espacios organizacionales para el despliegue de la potencia relacional que alcanza resultados sobresalientes y perdurables.

Comentarios

Anónimo dijo…
Ignacio, muy bueno el articulo Ignacio. De hecho lo compartí con muchos amigos. Yo sólo le modificaría el texto " Son pocas las personas que intelectualmente estén en desacuerdo con esta ecuación. El tema es tener el coraje de emprender el camino del liderazgo personal, cuestionando las creencias que a la mayoría nos enseñaron y que aprendimos por imitación: el liderazgo efectivo es directivo y la razón la tengo yo". Yo sugeriría un texto como el siguiente: "Son pocas las personas que estan en desacuerdo con esta ecuación. El tema es tener el coraje de emprender cuestionando personal: el liderazgo efectivo es directivo, inspirador y motivador". Básicamente, por que las cosas no sólo llegan vía la razón, sino también por la emoción.
Unknown dijo…
Que esperanzador el artículo Ignacio. El problema que esto es tan desconocido en las empresas, o tal vez exista un temor a aplicarlo. Y lo mas importante creo que los que debieran liderar no han encontrado el GPS que tu tan bien defines( siempre recuerdo cuando lo señalaste el el DLC y me hizo mucho sentido). O la madurez necesaria que todo lider requiere, madurez como Ser y todo lo que esto implica.
Si uno supiera antes de iniciar lo hermoso que es recorrer el camino de las emociones, del crecimiento como Ser Humano, la historia se contaría de otra manera. Y existirían muchas almas que se atreverían a transitar por el.
Pero, lo bueno es que contamos con personas como tú que nos instan a recorrerlo y a crecer como personas.

Gonzalo Hurtado Calderón

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