Dos empresas para imitar
La noche
del miércoles 29 de mayo se realizó en México la premiación de las mejores
empresas para trabajar en América Latina, con el premio Great Place to Work
2013. Es un premio que se entrega por segmentos según la dotación de las
empresas.
Por
primera vez en la historia, dos empresas chilenas obtienen sitiales de
excelencia. Transbank obtuvo el 1er lugar en empresas entre 50 y 500 trabajadores y BancoEstado Microempresas ganó el 2º lugar en empresas sobre 500 trabajadores. Compitieron 2.218 compañías de 20 países de la región, con un
universo de 3.487.635 trabajadores encuestados.
Estos
reconocimientos constituyen un logro extraordinario, único en la historia
empresarial chilena y que debe llenar de orgullo a los trabajadores y
ejecutivos de ambas empresas. En un contexto local donde sólo se destaca a las
empresas por sus rentabilidades e indicadores financieros, que dos empresas que
han hecho una opción preferencial por las personas obtengan este lugar
preeminente nos invita a preguntarnos qué características de su gestión de
personas producen que sean los mejores lugares para trabajar en Chile y
Latinoamérica, según la opinión de sus trabajadores.
Si bien
ambas empresas tienen características y estilos de gestión muy diferentes,
comparten varios elementos comunes. Su opción por poner a las personas al
centro de la estrategia no es un acto instrumental, sino una convicción ética.
No es sólo la lógica de “si las personas están bien vamos a ganar más plata”.
Creen
firmemente que el cuidado de las personas y la creación de sistemas de gestión
que promuevan climas laborales marcados por la positividad y la asertividad son
un deber moral en sí mismo, por el sólo hecho de generar bienestar, sentido y
satisfacción a las personas.
Naturalmente
se constata que ese hecho es la causa de los buenos resultados. No obstante, su
implementación no es instrumental resultadista sino de fines humanos. Esto
deriva en poner a las personas al centro de su estrategia de negocios. Un buen
indicador de esta convicción es que en los tiempos en que esa “apuesta” no
generaba la rentabilidad esperada, se persistió en las inversiones para
construir liderazgo, equipos de alto desempeño y mirada apreciativa.
Transbank
y BEME son un ejemplo real y chileno de que la persistencia en las estrategias
de gestión profesional de personas se asocian a buenos resultados en el mediano
plazo. Desde la mirada de resultados se constata que de este modo se construyen
los activos intangibles que dan la sustentabilidad de largo plazo a estas
empresas. Esos activos son la credibilidad organizacional, líderes coherentes y
apasionados, el compromiso de los trabajadores y el trabajo con sentido.
Otro
elemento común de ambas organizaciones es la certeza de que la palanca que
moviliza a las personas es un liderazgo firme y cercano. Exigente con los
resultados y cuidadoso con las personas. Imponiendo sentido de urgencia y
generando conversaciones abiertas, participativas y valientes. Centrado en la
excelencia y en la calidad de los vínculos humanos. Viven en la agregación. Lo
uno “y” lo otro. No lo uno “o” lo otro.
Gerencia y
trabajadores como socios en una misma misión. Nada de relaciones
confrontacionales, miradas de explotador y explotado, inteligentes y torpes,
gerencia lúcida y trabajadores flojos. Han superado esas creencias post 1973,
para entender que la naturaleza humana requiere de trabajos que sean espacios
para el despliegue individual y colectivo y la expresión de la misión personal.
Para quienes tienen creencias de liderazgo autoritario o creen que “la raza es
la mala” esto es sencillamente incomprensible.
Otro
elemento común es su inversión sostenida en la formación de liderazgo. No es
cualquier liderazgo. Se caracteriza por poner la positividad, la horizontalidad
relacional, las conversaciones indagadoras y la conexión con las personas como
los elementos causales de climas laborales sobresalientes. Esto es exigente para
los jefes de cualquier nivel jerárquico, pues los tensiona para cambiar el
típico estilo de patrón de fundo que la mayoría hemos aprendido hacia un estilo
cercano, directo, cuidadoso, apretador, horizontal, exigente y mirando la
positividad del vaso medio lleno.
Son notables
las innovaciones de gestión de personas que ambas empresas han llevado adelante
en los últimos 6 años. Derivan de la pura convicción de sus directivos y el
foco paciente en el largo plazo, con ejecutivos de primer nivel, esos que no
salen mucho en las páginas sociales y siembran sostenidamente. Justamente los
que necesitamos para una gestión responsable, inclusiva, de mirada social y
balanceada en lo económico y lo humano. Para los desesperanzados, sí existen
ejecutivos así.
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