Presentación del libro "Las tumbas de piedra", de Hugo Kruger
Me sorprendió la invitación
del autor. Estaba preparado para un libro técnico de psicología, organizaciones, consultoría o management, pero no para una
novela. Sé poco de literatura. ¿Sería
capaz de hacerlo? Si me invitó, manos a la obra.
Mi reconocimiento a Hugo Kruger por atreverse con un libro de ficción.
Requiere coraje y muy buena pluma.
Un líder de una comunidad ha sido
asesinado. ¿Quién lo mató?, ¿por qué?, ¿qué tipo de comunidad es?, ¿por qué
sería importante llegar hasta el fondo del asunto y no hacerlo pasar como un homicidio
cualquiera?
Max Callejas, un investigador del
aparato gubernamental del actual gobierno debe encontrar al asesino. La vida de
Callejas, el amor rezongador de su pareja Lila y la lógica desconfiada, irónica
y autoreflexiva del investigador son apasionantes. Evocan a Cayetano Brulé, el
detective de las novelas de Roberto Ampuero.
Hugo escribe con un ritmo
vertiginoso, entretenido, manejando el suspenso, dejando el hambre de saber la
verdad abierta al final de cada capítulo. La novela se escurre entre los dedos
a cada capítulo, mantiene la tensión, no decae nunca y nos involucra en las
hipótesis. Además de conocer el asesino (¿o serán asesinos?), ¿que implicancia
socio-política tiene la muerte de Humberto Rodríguez, el líder de la secta?
Hugo se atreve con el mundo de
las sectas y sus vínculos con los invisibles hilos del poder político, tema
apasionante y a la vez peligroso, por la gran cantidad de sectas que viven
socialmente validadas en el Chile actual. ¿Cuál es el límite entre un grupo
cerrado, excluye y poderoso, y una secta derechamente enferma?
Es
una novela sobre el poder y su efecto en las relaciones y la vida de las
personas. Invita a pensar el Chile actual y el tipo de relaciones entre los
grupos y las asimetrías de poder. Pone
los ojos sobre quienes tienen cargos de poder y los estándares de
sanidad y patología de los
mismos.
¿Cuántos personas
como nosotros sufren en sus lugares de trabajo o en sus pequeños grupos
sociales parte de los delirios de los “Humberto Rodríguez” que tenemos en
nuestro país, con una
apariencia exterior de normalidad y una intimidad secreta marcada por la patología, la sumisión ciega de
quienes viven con ellos, la depredación del yo de cada integrante del círculo y el
uso de cualquier medio para sostener visiones que alteran los juicios de la
realidad sin ariscar la nariz, con tal de sostener la propia parcela de poder?
Es
una novela que provoca la reflexión sobre la vida en comunidad y el significado de relaciones
humanas sanas. Aparece la oposición
entre horizontalidad y verticalidad. Es clave distinguir la diferencia entre
roles asimétricos y actitudes horizontales. El drama
es cuando los roles jerárquicos se ejecutan desde actitudes de
superioridad, sientiéndose más personas que los
dirigidos.
Resulta interesante reflexionar sobre la pseudo-religiosidad
y la pseudo-espiritualidad como herramientas de manipulación
psicológica y depredación
del yo individual, todo teñido de desarrollo personal, búsqueda
de Dios y la interpretación de las fallas ante el líder
sectario como ofensas a lo divino.
Emerge también el tema de los elegidos. El
líder que somete a los seguidores
inicialmente voluntarios a un servilismo fanático y ciego de sí
mismos, en función de la patología
narcisista del "líder". No existen elegidos. Desde una
mirada trascendente todos somos elegidos y debemos transitar nuestro camino,
sin representantes privilegiados de ninguna especie.
¿Por qué el libro se llama
las Tumbas de Piedra? Por el ego. El ego representa nuestra propia piedra. Para
ser parte de la comunidad Las Taguas debías hacer un trabajo
de crecimiento personal que te llevará a identificar tu
ego y superarlo, para cuando estuvieras listo, poder ir a enterrar tu ego, tu
piedra. De aquí el nombre de la novela.
¿Hay que enterrar nuestro ego? No. Es
necesario gestionarlo, agradecerle el papel que jugó
en el desarrollo psicológico personal y desidentificarse del ego
personal para buscar identificaciones de nivel trascendente. Resulta clave la gestión
del sí mismo, salir del piloto automático
de los condicionamientos socio-culturales, despertar a la consciencia y
desarrollar el propio camino de automaestría.
Yo
sé poco de
eneagrama, disciplina de la cual Hugo es un experto y del cual publicó el libro El enegrama en la organización, junto a Claudia Nario. Sin saber mucho de este tema,
intuyo que el diseño de los
personajes sigue los 9 eneatipos, por lo que los conocedores de eneagrama podrán saborear,
catar y deleitar la fineza psicológica de la caracterización de los personajes en detalle. Un thriller psicológico dentro
una secta desde la mirada del eneagrama. Apasionante.
Hay
un desafío al lector para
identificar los tipos psicológicos a
partir de sus actitudes, comportamientos y razonamientos. El autor no ofrece
caracterizaciones psicológicas y eso
le da un atractivo de suspenso psíquico. Cada uno de nosotros tiene que ir construyéndolas. La
entrevista de Max Callejas con el psiquiatra es uno de los pasaje notables del
libro.
Si
bien es ficción, los guiños de la
historia chilena son interesantes y a los que tenemos más de 40 nos
evocan esos espacios personales de opinión y emoción ante hechos
como la aparición de la
Virgen de Peñablanca en
1983.
La
dedicatoria a quienes fueron abusados por Karadima, revela una mirada de solidaridad
con quienes tuvieron el coraje de develar una de las sectas con mayor pedigree
social y validación religiosa
de los últimos
decenios.
Se
entrelee la visión del autor
sobre una sociedad más justa, sana
y ecuánime, donde
el modo de relaciones conlleve un uso del poder al servicio de las personas y
no al servicio de los líderes.
Queda
resonando una mirada de sanidad comunitaria desde la integridad personal, donde
los caminos de desarrollo social se fundamenten en personas sanas, con caminos
de crecimiento personal basados en la consciencia y la automaestría, y donde
interactúen con la
noción de legítimos otros válidos en
dignidad, para construir una convivencia social armónica.
Nos
invita a revisar nuestros juicios sobre las diferencias socio-culturales. Tal
como dijo Humberto Maturana hace unas semanas en la revista Qué Pasa, los
problemas de equidad y educación en Chile es
que tratamos las diferencias accidentales como diferencias válidas. Si nací en una
familia adinerada (algo accidental en mi biografía), es normal que tenga más
oportunidades que si hubiera nacido en una familia pobre. Validar lo accidental
es asentar las diferencias socio-culturales, cerrando la puerta a la necesidad
de cambiarlas. Entender las diferencias accidentales como diferencias no válidas es el
motor para trabajar por la nivelación de la cancha en el acceso a la igualdad de oportunidades,
de manera que lo accidental no determine nuestra existencia.
Finalmente
dos cosas: (1) felicitar a Hugo por el coraje, el talento, la sensibilidad
psicológica, la
convicción y la fineza
de su pluma. Me entretuve a tope. (2) Invitarlos a cada uno de ustedes a leer “Las tumbas de
piedra”. Se
entretendrán, aprenderán,
reflexionarán y profundizarán su mirada
sobre la relación yo-otros en
espacios de convivencia sana.
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