46: el inicio del 2º tiempo
Hoy cumplo 46 años. Futbolísticamente el inicio del 2º tiempo de mi vida (así que visualizaré vivir hasta los 90 y algunos descuentos).
El primer tiempo fue de muchísimo aprendizaje. Aprender para qué existo, para qué nací en la familia que nací, para qué nací en Chile, para qué tengo los amados hijos que tengo, para qué las alegrías y dolores que he vivido.
Cierro el primer tiempo con las preguntas de sentido trascendente respondidas. Miro la escalera de los primeros 45 peldaños y valoro cada uno. ¿Haría cosas diferentes? Obvio que sí, aunque la noción de error es posterior a los hechos, por lo que hice lo mejor que pude en cada momento, aunque ahora vea que muchas veces me faltó conciencia, madurez, tranquilidad emocional, inteligencia o capacidad.
La vida ha sido generosa conmigo y ahora que el árbitro toca el pito del inicio del 2º tiempo, sé que desperté a mi conciencia, que Yo Soy y que la vida me ha regalado las claves para construir mi felicidad, mi destino y mi retorno al origen. Estoy en el gimnasio diario de la automaestría, para cada día acercarme a la persona que quiero ser, completarme, quererme y perdonarme desde adentro hacia afuera, para dar lo mejor de mí a otros, y construir con esos otros en acción efectiva en los espacios de quehacer conjunto, retribuyendo a nivel social lo regalado que he sido. Ser en el mundo, habitándolo desde la energía, la mirada y la contribución positiva.
Gracias a cada una de las personas que me ha ayudado a ser el que soy, ya sea por los dolores o por las alegrías, las aperturas o cierres de posibilidades, pues soy hijo de esa alquimia. La interpretación y resignificación positiva y de aprendizaje que hago de todo ello, guiado por el locus de control interno y responsabilizándome de cada uno de mis actos, me tienen bien perfilado para los últimos 45 minutos. No soy víctima de nada ni nadie tiene culpa de los dolores y sombras que he vivido. Soy responsable y protagonista de mi guión de vida. Agüante el 2º tiempo, que lo encaro con táctica, garra, estrategia y buen estado afectivo, mental y espiritual. Vamos por el pendiente: el balance corporal.
Se viene un 2º tiempo luminoso, de armonía, estabilidad e innovación, amor, acción efectiva, autocuidado y silencio, donde iré haciendo camino al andar, teniendo la certeza del sentido y su dirección, y la incertidumbre de los próximos pasos. Como cualquiera, como todos. De la conquista de mi paz interior plena y duradera saldrá lo mejor de mi luz para otros, los que amo inenarrablemente, los otros a quienes quiero en distintas esquinas de mi vida y a todos los otros que vayamos construyéndonos en el camino. 1 + 1 = mucho más que 2.
Mi mejor regalo: la Flor de la Vida
El primer tiempo fue de muchísimo aprendizaje. Aprender para qué existo, para qué nací en la familia que nací, para qué nací en Chile, para qué tengo los amados hijos que tengo, para qué las alegrías y dolores que he vivido.
Cierro el primer tiempo con las preguntas de sentido trascendente respondidas. Miro la escalera de los primeros 45 peldaños y valoro cada uno. ¿Haría cosas diferentes? Obvio que sí, aunque la noción de error es posterior a los hechos, por lo que hice lo mejor que pude en cada momento, aunque ahora vea que muchas veces me faltó conciencia, madurez, tranquilidad emocional, inteligencia o capacidad.
La vida ha sido generosa conmigo y ahora que el árbitro toca el pito del inicio del 2º tiempo, sé que desperté a mi conciencia, que Yo Soy y que la vida me ha regalado las claves para construir mi felicidad, mi destino y mi retorno al origen. Estoy en el gimnasio diario de la automaestría, para cada día acercarme a la persona que quiero ser, completarme, quererme y perdonarme desde adentro hacia afuera, para dar lo mejor de mí a otros, y construir con esos otros en acción efectiva en los espacios de quehacer conjunto, retribuyendo a nivel social lo regalado que he sido. Ser en el mundo, habitándolo desde la energía, la mirada y la contribución positiva.
Gracias a cada una de las personas que me ha ayudado a ser el que soy, ya sea por los dolores o por las alegrías, las aperturas o cierres de posibilidades, pues soy hijo de esa alquimia. La interpretación y resignificación positiva y de aprendizaje que hago de todo ello, guiado por el locus de control interno y responsabilizándome de cada uno de mis actos, me tienen bien perfilado para los últimos 45 minutos. No soy víctima de nada ni nadie tiene culpa de los dolores y sombras que he vivido. Soy responsable y protagonista de mi guión de vida. Agüante el 2º tiempo, que lo encaro con táctica, garra, estrategia y buen estado afectivo, mental y espiritual. Vamos por el pendiente: el balance corporal.
Se viene un 2º tiempo luminoso, de armonía, estabilidad e innovación, amor, acción efectiva, autocuidado y silencio, donde iré haciendo camino al andar, teniendo la certeza del sentido y su dirección, y la incertidumbre de los próximos pasos. Como cualquiera, como todos. De la conquista de mi paz interior plena y duradera saldrá lo mejor de mi luz para otros, los que amo inenarrablemente, los otros a quienes quiero en distintas esquinas de mi vida y a todos los otros que vayamos construyéndonos en el camino. 1 + 1 = mucho más que 2.
Mi mejor regalo: la Flor de la Vida
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Carlos Concha