Mis aprendizajes 2010

2009 y 2010 fueron años de un terremoto personal y existencial profundo para mí. Las catástrofes que vivió Chile y su gente fueron un espejo de lo que me sucedía interiormente, al igual que a miles de personas. Un tiempo turbulento, donde parte de lo construido y de las seguridades de la vida se vinieron al suelo y donde no hubo demasiado espacio para el lamento del pasado. Tuve que concentrar las fuerzas en ese inestable balance entre sostenerme de pie y comenzar a reconstruir lo de afuera y lo de adentro. 


Mi naturaleza temperamental me llamaba a la tristeza nostálgica, y mi quehacer en el mundo, mis hijos y mis energizadores interiores me impulsaban a avanzar hacia conquistas desconocidas aunque sentidas. Esa sensación de que se tiene certeza de que hay que avanzar, se intuyen ciertas pistas y se tienen algunas luces de cómo hacerlo, aunque el camino cotidiano sea incierto y no esté reflexivamente bien trazado.


Más que mirar lo positivo y lo negativo de este turbulento año que nos deja, mi mirada está en identificar los aprendizajes que me ofrece, básicamente mirando los errores que cometí y lo que hice bien. Todo en clave completamente individual, con ánimo de documentar para mi memoria.


1. Algunas personas están dispuestas a avanzar en su camino personal hasta que el feedback que reciben los lleva a los límites esenciales de sí mismos, a mirar de frente ese espacio de "siempre he sido así y no voy a cambiar". Enfrentados a ese momento, mi experiencia me dice que cerca del 40% de las personas externaliza la responsabilidad por su proceso de automaestría y optan por defender el ego con diferentes estrategias autocompasivas y de descalificación. 


En mi rol de Director del Magíster en Psicología de las Organizaciones de la Universidad Adolfo Ibáñez eso me ha tocado sistemáticamente en los últimos 5 años y es un proceso de extremas polaridades, fuerte, donde se recibe con intensidad las dos caras afectivas de la moneda: agradecimientos y cariño de quienes entran en su proceso y se transforman, y altas dosis de negatividad y ataque personal de algunos de los que no superaron el estándar de crecimiento que define el programa. Eso cansa. Es un aprendizaje muy importante del año. Equilibrar la horizontalidad con el ejercicio de la autoridad, entregar señales más claras de que mostrar positividad no es decir que sí a todo y que estar dispuesto a responder todas las peticiones significa decir que no a muchas. Este año aprendí eso con fiereza y quedó en mi ADN. Mi nuevo lugar es de mayor silencio, mayor rigor en algunos detalles y una distancia cercana con quienes tienen altos niveles de subjetividad en el análisis de los vínculos.


2. Como dice Cabral, el que trabaja en lo que no ama, aunque lo haga todo el día, es un desempleado. Esto lo tengo claro desde hace 8 años, aunque en la espiral de crecimiento esto se asentó en un nuevo nivel de comprensión. Dedicarme sólo a lo que amo y a lo que yo considero es mi mayor aporte para otros es la fuente de mi felicidad y contribución. Es decir, aprendí que no voy a hacer más lo que no quiero, tengo la suerte económica de poder hacerlo (lo he construido a punta de costos en los últimos años), seguiré mejorando la capacidad de decir que no y, sobre todo, no me seduciré con la apariencia y el entusiasmo efímero de algunas propuestas. Como tiendo a encontrar casi todo interesante, eso me confunde a ratos y no aplico los filtros de "lo que me permite alta contribución y a la vez me hace feliz". En otras palabras, es poner mi GPS interior y la felicidad como EL criterio de elección para cualquier decisión de mi vida, más allá de lo deseable para otros, el qué dirán o lo socio-cultural.


3. Es sorprendente seguir constatando el poder de las conversaciones. Con disposición individual y en climas de conversación positivos se logran avances y creaciones inimaginables. Esto que es sabido y bien estudiado por la ontología del lenguaje y los equipos de alto desempeño no deja de sorprenderme cada vez que constato la potencia de la creatividad conjunta tras el sentido compartido en los equipos que acompaño o los equipos de los que soy parte. Soy las conversaciones que tengo, en su frecuencia, profundidad y poder transformador de mi acción y la de otros. Ha sido un año donde el poder de las conversaciones se ha hecho muy presente con mis hijos. Mi amor con cada uno de ellos pide un particular tipo de conversación y concentrarme en crearla y construirla es un desafío permanente.


4. Perdonar, que me perdonen y perdonarme es esencial para limpiar las "cañerías" interpersonales, despejar el camino, dejar atrás la negatividad y abrir la posibilidad de ir por más, en lo personal, familiar, organizacional y social.


5. Por último, para bailar un tango se requieren dos que estén dispuestos a encontrar un ritmo conjunto, a seguirse, acompañarse y crear juntos. No se puede hacer cosas con otros o en pareja si no existe la profunda disposición a crear juntos las reglas, respetarlas, y resolver las diferencias desde la ganancia del nosotros más que la imposición del yo y las propias normas e intereses. Por más que se quiera a alguien, si no están dadas las condiciones anteriores, no es posible avanzar y no hay proyecto conjunto. Coordinarse en el sentido compartido (hacia dónde vamos y cuál es nuestro propósito) y en las emociones (vibrar y resonar en la misma positividad) es el primer paso imprescindible para coordinarse en las acciones y en el quehacer diario. Si no hay sintonía, no habrá resultados sostenibles ni satisfactorios.


2011, te espero con estos aprendizajes grabados a fuego en mi interior, para que las oportunidades que aparezcan me permitan a mi, a quienes amo y con quienes tenga relación evolucionar con velocidad, paz y conciencia. Así será.

Comentarios

Felipe Landaeta dijo…
Gracias Ignacio,
Desde la amistad y colaborador tuyo,
un ejemplo de encarnación del propio mensaje.

Felipe
Unknown dijo…
Potente es mirar los aprendizajes pasados y futuros, mas que desear resultados que son por naturaleza impredecibles. Gracias por esto
Como escribí recién en mi último post del Blog, la importancia de encontrar la interpretación que mejor sentido nos haga respecto de los sucesos que nos acontecen; en definitiva, elegir ser Víctima o Protagonista de los aprendizajes y vivencias experimentadas.

Gracias Ignacio por compartir tu visión.
Unknown dijo…
Gracias Ignacio por compartir con este nivel de auto conciencia, transparencia y apertura. Hace rato me quedó claro que reconocer la vulnerabilidad nos engrandece. celebro tu claridad y contante búsquedad de sentido.
Un abrazo
Gianfranco TR dijo…
Ya me he leido algunas veces tu columna, le doy vueltas y vueltas. Me parece un contundente 2009-2010. Notable tu analisis y apertura.
Un abrazo, que sea un gran anio, con mas aprendizajes.

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