Infoxicación = intoxicación por información negativa de medios

Los medios de comunicación chilenos tienen un marcado sesgo hacia la información negativa, sangrienta, morbosa y a todo lo que atraiga la atención de sus audiencias, usualmente asociado a las emociones inferiores. Informan de muerte, peleas, insultos, dramas de la vida de los famosos, farándula y cualquier contenido en los límites. Los medios se están usando mayoritariamente como una máquina trasmisora de negatividad masiva.

Diariamente recibimos miles de estímulos tóxicos de los medios de comunicación. ¿Qué efecto nos produce? Nos intoxica, pone nuestro interior negativo y, sin darnos cuenta, nuestra respuesta emocional comienza a transmitir en el mismo tono emocional de lo escuchado o visto. La reiteración de esa negatividad es sistemática y a ratos abusiva por parte de los medios.

¿Cuál es nuestra responsabilidad? Tener el control del estado afectivo en el que queremos vivir. Si queremos reducir negatividad y sostener mayores niveles de positividad es imprescindible que veamos menos televisión, suprimamos las noticias tóxicas y eliminemos el cahuín farandulero. Nuestro yo inferior va a reclamar, porque es adicto al morbo. Todos tenemos esa parte dentro de nosotros. Si le damos rienda suelta, cual perro embravecido será satisfecho con la información comunicacional tóxica. 

El trabajo que es necesario hacer es ser concientes del impacto que produce en nosotros la exposición excesiva a la información negativa, la infoxicación. Nos infoxicamos de TV, perdemos la conciencia, dejamos de pensar y nos ponemos como autómatas. ¿Cuántas veces no te has dado cuenta que la TV te hace mal o que no la estás viendo, que te duele la cabeza, e igual dejas la TV prendida casi como un ruido que acompaña y que te hace huir del silencio?

Rediseña tu consumo de medios. Selecciona qué quieres ver, con conciencia, qué medios te generan postividad, qué radio y medio escrito es el que te aporta información sin intoxicación. Es una elección conciente.

Apagando la TV nos desintoxicamos, ejercemos la responsabilidad con nosotros mismos de cerrar nuestra puerta interior a la infoxicación y no permitir que esa negatividad nos permee, y produzca respuestas de células espejo y hormonas en esa sintonía, que terminan poniendo nuestro cuerpo y emociones en baja energía y vibración. 

Haciendo esto, blindándonos a la infoxicación con el poder de nuestra atención conciente, se nos abre una oportunidad gigantesca: hacemos silencio, el espacio necesario para que nuestra conciencia nos ilumine y nos conecte con nuestro GPS Interior. Su voz es lo opuesto a lo tóxico: es luz, es beneficio, es vivir la vida con guión propio siendo tu propio editor, y dejando que parte de tu vida la controlen los editores de los medios.

Tú decides si infoxicarte o no.