Hay un tiempo para cada cosa......también en política

La naturaleza nos muestra que todo tiene un tiempo interno que no es posible acelerar. La planta no crecerá más rápido ni el embarazo se adelantará porque uno quiera. En la vida personal pasa lo mismo. Existe una secuencia invariante de desarrollo. Por más que un adolescente quiera ser adulto, no podrá lograrlo antes de la acumulación de experiencia de vida.

Con los procesos organizacionales pasa lo mismo. Crear un sentido compartido, empaparse de la realidad organizacional del nuevo desafío, afiatarse con los otros, conocer al jefe y a los compañeros de trabajo, y construir coordinaciones y buenas relaciones de equipo toma tiempo. Esto que suena simple, no es sencillo. Estos procesos no se aceleran por sobre el tiempo interno de los equipos, aunque uno le ponga ganas, entusiasmo, intención y sentido de urgencia.

Sería bueno que la Concertación, la Alianza y el Gobierno tomaran nota de este proceso y tiempo mínimo natural de las organizaciones, pues los tres sufren hoy del mismo mal. Quieren ir más rápido de lo que van, así lo declaran y no hay opción de transgredir esos mínimos. Cada uno de estos grupos tiene su propio ritmo. Mi predicción es que la Concertación tiene hasta el 2011 para lograr un cierto equilibrio, la Alianza lo mismo y el Gobierno debiese mostrar signos de madurez organizacional, alineamiento de acciones y efectividad a partir de noviembre. No hay que pedirle peras al olmo ni forzar los ritmos naturales.