Chile: potencia espiritual

Es sabido que Chile es una potencia exportadora de varias materias primas que nos ha regalado la naturaleza, siendo el cobre y los vinos lo más reconocido a nivel mundial. Hace unos años Mario Montanari de Invertec visualizó la imagen de Chile como potencia alimentaria. Durante 2009 la Presidenta Bachelet afirmó que debemos convertirnos en una potencia turística y Soledad Ovando, gerente general de BancoEstado Microempresas, planteó los caminos para convertir a Chile en potencia microempresaria. Ser una "potencia" implica reconocer cuáles son los recursos y fortalezas que tenemos en nuestro país y saber gestionarlos y difundirlos adecuadamente, para que las ventajas económicas, sociales y culturales que deriven de esos recursos puedan mejorar la calidad de vida y el bienestar de quienes vivimos por estos lares.

Ampliando esta mirada de cuáles son las fortalezas que hay hoy en Chile, bastante más allá de lo rentable y económico, vemos que se está produciendo en diferentes personas y grupos un movimiento de búsqueda de sentido vital, que se caracteriza por la expansión de conciencia. Aún es poco validado que alguien esté en búsquedas "esotéricas y alternativas", no obstante muchas personas en el silencio de su intimidad quieren ser más de lo que hoy son y buscan insaciablemente métodos, libros o caminos para encontrar respuestas a "eso" que sienten dentro de sí: si bien su yo exterior puede ser "exitoso" en términos económicos y sociales, su yo interior les grita que su evolución como ser humano es la tarea central de su vivir, eso que hemos llamado automaestría.

La búsqueda de sentido, la trascendencia en la acción cotidiana y el desarrollo espiritual han crecido a una velocidad impresionante en Chile. Hace 10 años cualquier persona que planteara un tema de este tipo en una comida o un cocktail era tildado de diferente y alternativo, en el mejor de los casos. En el peor de los casos, algunas personas se reían de este tipo de aproximaciones a la vida, mostraban una ironía soterrada y una descalificación ninguneante por ser "poco serio". Lo peor de todo es que se cerraban al mensaje de fondo: la expansión de las posibilidades de crecimiento de cada uno. Esta mirada es parte del pasado. Las preguntas y búsquedas para la evolución personal y para el despliegue de la energía personal más esencial dejaron de ser parte de personas atípicas, voladas, místicas, poco rigurosas, iluminadas y alejadas de la realidad. Hoy son cientos las personas "dentro del establishment" que en nuestro país están en estos caminos de expansión de conciencia. Salió del terreno de "lo raro" y es un número creciente que ya entendió que lo mejor de sí mismos en la acción externa aparece cuando nace de la coherencia con el yo interno centrado y en conexión con lo Superior.

Cuando uno deja de lado los prejuicios, evita cualquier interpretación y abre sus ojos con el solo deseo de observar qué está sucediendo, constata que es impresionante la cantidad de personas y grupos que buscan activamente herramientas y metodologías para avanzar desde adentro hacia afuera. Si mejoro mi sensación de bienestar y felicidad interna, mi efectividad externa se verá muy aumentada, superando la separación artificial entre vida laboral y vida espiritual. Esa constatación experiencial es obvia para quienes la han sentido y bastante incomprensible para quienes no lo han vivenciado. No se llega por la mente y la razón. Se llega mediante la sensación interna de la certeza de lo Superior dentro de mi.

Para quienes lean esto y les parezca que nadie a su alrededor habla de estos temas, es normal. Es la percepción selectiva que todos tenemos. Es como cuando uno no consume drogas y ve noticias de que muchas personas consumen. Uno lo siente ajeno y exagerado, y es simplemente que no lo ve pues no está en su cotidianeidad. Ese fenómeno psicológico también ocurre con los temas más intangibles del desarrollo espiritual. No es que no existan. Al contrario, están por todos lados. Sólo que yo no los veo y no encajan con mi actual interés o visión del mundo.

¿Qué hay en Chile que se ha producido esta explosión de búsqueda espiritual? En Chile tenemos un recurso sobresaliente y de primer nivel planetario: la energía espiritual que permite la evolución personal y colectiva. Es sorprendente leer a Fresia Castro en Surameris o a Drúnvalo en La Serpiente de Luz y constatar la evidencia de los altos niveles de energía existentes en nuestro país. Parece que no nos hemos dado cuenta de este recurso, su poder y sus alcances. Drúnvalo afirma que el mayor nivel de energía espiritual del planeta se movió desde oriente hacia el norte de Chile y hace un juicio perturbador: el futuro Tíbet de la humanidad está en Chile. Es decir, los llamados a liderar el nuevo tiempo espiritual que está comenzando están en este país, no desde el sentirse superiores a otros, sino desde tener mayores probabilidades de hacer el camino que todos los seres humanos tenemos que hacer: la automaestría como vía de ascensión.

Declaro que Chile es y será una potencia espiritual. Importa poco si estás de acuerdo o no con esto. La energía, así como la ley de causa y efecto, no preguntan tu opinión ni la mía. Esos niveles de alta vibración energética están aquí y es tarea individual saber si me hago parte de esta ola de expansión que ya llegó o prefiero no verla hasta que se me aparezca como un tsunami espiritual. ¿Estaré preparado para ese momento?, ¿me parece ridículo leerlo y pensarlo?, ¿hay algo en mi interior que me resuena de lo que he leído?, ¿quiero jugar algún rol en esta responsabilidad planetaria que se ofrece a nuestro país?

Para los que contesten que sí quieren ser parte de esta potencia espiritual que está comenzando a desplegarse en Chile, son dos los parámetros de control y las claves para expandir esta energía: reconocer la existencia de lo Superior y su energía creadora, y vivir la propia vida en armonía y positividad, alejándonos de la discordia y negatividad humanas. Ante el libre albedrío, cada uno sabrá qué hacer, desde adentro hacia afuera.