Jornada de Integración BancoEstado Microempresas 2009: una empresa encarnada
Cuando estudiamos sobre organizaciones y liderazgo, inevitablemente construimos creencias sobre cómo deben ser las cosas en una empresa. A medida que uno avanza en su carrera laboral se da cuenta que muchas de esas creencias tienen poco sustento en la realidad, por ejemplo, las organizaciones planas y bien coordinadas son escasas; los líderes inspiradores e íntegros brillan por su ausencia; los equipos sobresalientes son poco frecuentes; y la comunicación, el involucramiento y la participación de los trabajadores se declara y no se ejecuta. Es decir, los ideales organizacionales comienzan a tambalear, mostrando una distancia grande entre lo que mucha gente cree, quiere y hace en espacios de influencia reducidos, y lo que parece ser lo más frecuente y extendido en el mundo de las empresas.
Esta semana tuve el privilegio de vivir una experiencia inolvidable. Fui invitado a dar una charla a la Jornada de Integración 2009 de BancoEstado Microempresas (BEME), un evento de 3 días al que asisten todos los trabajadores. Tenía un par de informaciones: había escuchado varios comentarios de que BEME hacía muchas acciones innovadoras en gestión organizacional y de personas, y sabía que en 2008 obtuvo el premio a la mejor empresa para trabajar en Chile, con la característica de ser la primera empresa pública en obtenerlo. Iba con la expectativa de ser un observador sociológico, aprender, ver qué dinámicas ocurrían y qué resultados se lograban.
Quedé impactado de entrada. Al entrar al lugar para el inicio de la Jornada, había grupos organizados temáticamente (mapuches, payasos, "Pelotón"). Después entendí que se organizaron espontáneamente por regiones y por gerencias, para mostrar la identidad y sello propio. Mi cuerpo palpó una efervescencia increíble, gritos, alegría y música. Era todo energía positiva y vibración. Y tuve un instante de duda. "Esto no puede ser posible", me dije. Aunque me duró un par de segundos la suspicacia. La evidencia era contundente. Nada de eso era obligado. Cientos de personas felices, involucradas, alegres y palpitando algo importante que se venía. Era voluntario y libre. Impresionante.
Los 2 días siguientes fueron una vorágine de sorpresas y de actividades. Sería largo contarlas y, aunque hiciera mi mejor descripción vívida, no podría transmitir la pasión, convicción, trascendencia, positividad, entusiasmo, gratitud y sentido compartido esencial que observé y me atrapó. Me pillé varias veces muy emocionado, luchando con mis lágrimas. Me impactaron muchas cosas. La pasión y compromiso de los trabajadores por mejorar la calidad de vida de los microempresarios chilenos. Ese sentido social les da trascendencia en su trabajo diario y pone a BEME como un generador de valor público y social de primer nivel.
El liderazgo integrado y poderoso de Soledad Ovando, su gerente general, con una alquimia de inteligencia, foco en resultados, afectividad, sensibilidad y sueños que nunca había visto. El cariño con que la abrazaron cientos de personas, sus lágrimas al ser reconocida por sus compañeros por su espíritu BEME, su energía existencial para convocarlos en el sueño de hacer de Chile una potencia microempresaria y su cercanía, hacen que las personas de BEME la admiren, sintiéndola una más. Cuanta credibilidad y cuanta humildad en Soledad. Sobresaliente. Simplemente sobresaliente.
BEME debe ser una de las empresas más innovadoras del país y, paradójicamente, el foco de la Jornada fue instalar el tema de la innovación. Es decir, invitaron a innovar a los innovadores. Notable. La charla de Carlos Osorio, Director de Master de Innovación de la Universidad Adolfo Ibáñez, dió el contexto técnico y organizacional sobre cómo avanzar en este proceso. Estuvo de primer nivel. Mi charla de Innovación Personal sirvió para cerrar el tema que abrió Carlos a nivel organizacional. Yo contribuí con bajarlo a nivel de los equipos y mostrar que se ancla en la innovación personal, siendo protagonista de la vida e irradiando la propia luz desde adentro hacia afuera.
Que capacidad de crear sentido, que capacidad de vibrar juntos, que alegria para celebrar sus logros, que manera de sentirse orgullosos de su trabajo y su empresa, que capacidad para distinguir sus errores y sus focos de aprendizaje, sin autocomplacencia. Conmovedor.
BEME encarna lo que dice. En su gente, en sus compromisos, en sus clientes, en su gerente general, en su inspiración, en sus resultados, en sus programas de mejoramiento. Fue una experiencia inolvidable. Y ví que eso que aprendimos sobre líderes sobresalientes, culturas con sueños compartidos, equilibrio entre resultados económicos y sociales, equipos de alto desempeño y personas satisfechas, sí es posible.
Muchas gracias a quienes construyeron esta jornada. Gracias a cada una de las personas de BEME por su energía, por su esperanza, por su entrega y por hacerme sentir parte de sus sueños trascendentes desde el trabajo, siendo un invitado de afuera y un primerizo en esta jornada. Como bellamente dijo Rodrigo Rojas, el gerente de personas, estaban en el escenario todas las firmas individuales que mostraban los cientos de GPS interiores que crean ese GPS organizacional de BEME, que es digno de admiración, imitación y respeto. Doy gracias a la Vida por haber estado ahí.
Comentarios
Se respira pasión existencial, sentido encarnado en el diario vivir.
Esa es la energía que va a transformar a este país y nos catapultará a otro nivel de consciencia. Qué alegría saber que en este país si existe esa energía, esas personas y con ese referente.
Me encantaría modelar a estas personas (en lenguaje PNL) para entender y crear un modelo de trabajo y construcción de "Personas y Organizaciones Existencialmente Orientadas y Efectivas"
Al igual que Felipe, me emocioné mucho con esta columna. Me atrevo a decir, que de todas tus columnas Ignacio, es primera vez que me sale una lágrima; y ahora comienza a aparecer otra al escribir.
Es increible y maravilloso saber que existen empresas como BEME. Yo sabìa que tenien hasta una gerencias de la Felicidad, pero no imaginé que la cultura organizacional sería tan notable como la describes. Me emocioné ver todos los comentarios que te hacen en la columna y en facebook. ¡Preciosa jornada sin duda! ¡Cómo me hubiese encantado estar ahí, y vibrar con la sintonía de esas personas! Además, como sabes, el tema social (en este caso el de los microempresarios) me motiva muchísimo, y creo que en ellos está el desarrollo de este país. Sin duda con empresas como BEME apoyándolos, saldrán adelante.
Muchas gracias por esta columna.
Sólo te está faltando que le devuelvas la invitación a Soledad Ovando, para que nos visite en el Magister en Psicología de las Organizaciones. Ejemplos que nos inspiren siempre son bienvenidos!
Yo doy las gracias pq tuviste esa experiencia maravillosa y esa cantidad de alegría que sentiste te harán bien a tu cuerpo y espíritu
Un abrazo,
Rodrigo Fuenzalida
Tu presentación además, coronó un Jornada cargada de emociones y de alegría... Gracias por habernos acompañado en este momento tan especial...
Saludos
Ignacio, si pudiste apreciar y valorar lo increíble que es para nosotros trabajar aquí, sin duda es porque tienes estilo Beme!
Muchas gracias por tu bellísima nota.
Michelle
Me emocionan mucho sus palabras y se las agradezco de corazón.
Mas alla de los premios que son el reflejo de la conduccion y de todos quienes trabajamos a diario en sucursales, Beme es una tremenda empresa de personas que hacen el trabajo con amor y mucha entrega, bajo la conviccion que existen muchos sueños que podemos hacer realidad, que podemos cambiar el destino de muchas familias que sueñan con oportunidades de educacion, de casa propia, etc. Se que gracias a Beme Chile es un pais con mas oportunidades, y se tambien que Beme me ha hecho mejor persona.
La vida es una busqueda constante de muchas cosas; mi trabajo terrenal sin lugar a dudas me llena de sentimientos nobles, y se que gracias a Beme ; estoy trabajando para mi dos trabajos.
Deseo que su luz alumbre a muchos mas...
Cuando hablamos de Beme hablamos de un banco, y en ese contexto , produce orgullo decir que no solo entregamos financiamiento, sino Amor....Amor al projimo...Dignidad...
Grande BEME, Que Dios Bendiga a todos quienes han hecho de esta empresa la Mejor Empresa para Trabajar en Chile...y vamos hagamos de nuestro pais Una Potencia Emprendedora!!!!!
Beme es diferente, es una empresa que tiene un corazon propio, que late al mimos ritmo desde Arica a Punta Arenas. Nos sentimos orgullos de nuestro trabajo, del aporte que entregamos a los microempresarios, de darnos el tiempo de conocer a nuestros clientes, a sentirlos..
Hemos recibido muchos premios como empresa, pero lo mas importantes es seguir humildemente aprendiendo, para seguir mejorando.
GRACIAS POR SU COLUMNA, PLASMO TODA LA BEMMEZA DE BEME.muchas gracias
Así me gusta Beme...
tus charlas fueron motivadoras para seguir logrando sueños.... mil gracias.