Una oportunidad perdida: Congreso de Personas y Organizaciones


El Congreso de Personas y Organizaciones de Icare se ha ido ganando un reconocido sitial como lugar de encuentro y actualización de los profesionales en gestión de personas. Asisten los gerentes de personas (y de recursos humanos) de las mejores empresas del país, consultores y académicos, lo que permite cumplir el objetivo de mantener y ampliar la red de contactos. El título de esta versión fue "La hora de la verdad", por lo que la promesa implícita era cómo deben conducirse las gerencias de personas en la hora de la crisis. Un lugar bonito, mucha gente, excelente organización y un buen título. La mesa estaba servida para una buena mañana.

Abrió Claudia Serrano, Ministra del Trabajo, quien planteó el conocido énfasis del gobierno respecto del equilibrio entre crecimiento económico y cuidado de los umbrales mínimos de las condiciones de trabajo. Me llamó la atención el buen nivel de la ministra y, particularmente, su tranquilidad y centramiento al hablar. En otras ocasiones en que he escuchado a personeros de gobierno, he percibido un cierto resentimiento y agresividad en los planteamientos laborales, lo que en esta ocasión no sucedió. Punto a favor. 1-0.

Se escuchó a Pedro Videla, Hans Eben y Cristián Larroulet, quienes nos atiborraron de gráficos y números con una mirada macro y microeconómica sobre el empleo y su evolución en Chile y el mundo. El mensaje de los tres fue el mismo. Es urgente tener flexibilidad laboral, pues de otro modo se amenazan los costos del trabajo y la gente perderá el empleo. Los tres tenían una visión similar del mundo y se sostuvieron en esta mirada estructural del empleo. Bastaba con uno de ellos para mostrar su visión de empresa. De gestión de personas, absolutamente nada. Esta mirada económica estuvo sobrerepresentada. En los congresos se busca diversidad y no la homogeneidad que se dio en este bloque temático. 3 puntos en contra. 1-3.

Luego habló Juan Antonio Guzmán, que presentó cómo debe llevarse el compromiso en las empresas. Fue la habitual presentación valórica y bien inspirada que no tiene ningún sustento en la realidad laboral de la mayoría de las empresas en Chile. En la misma línea y tono fue el discurso de José Guzmán, gerente general de Agrosuper, que contó de su empresa, nos dejó claro que lo inspira Dios, hizo declaraciones de buenas intenciones y mostró algunas de las prácticas de esa empresa. Sin conocer Agrosuper, da la impresión que fue una charla aspiracional y para el público, y dan ganas de conversar con operarios de esa empresa para saber si este discurso se plasma en una coherencia en la acción. El lugar desde el que habló Guzmán era el del poseedor de la verdad, por lo que es pronosticable un estilo autoritario de liderazgo y pocas probabilidades de que lo dicho sea aplicado. Quizás lo es. Dos puntos en contra. 1-5.

Escuchamos a José Luis Ortega, Presidente del Sindicato de Homecenter Sodimac. Después de dos horas de declaraciones de buenas intenciones, que alguien hablara con franqueza de la realidad, valorando lo positivo y sin esquivar las dificultades, fue un agrado. Rescato el ejemplo de esta empresa que ha logrado tener una relación de diálogo productivo con sus trabajadores, mostrando una concepción de relaciones laborales moderna, donde cada parte es legítima y válida en sus intereses y roles. 2-5

Por último, y el plato fuerte, presentó David Fischman. Su tema, "Cuando el liderazgo no es suficiente". Habló de la importancia de la cultura y, marketeramente, puso el énfasis en la inteligencia cultural. Su modo es entretenido, dinámico, diseña bien la participación de la gente y es liviano. Conceptualmente habló de la idea de cultura de Edgar Schein, de inicio de los '70, con una forma atractiva. Nada nuevo, aunque entretenido. Punto a favor. 3-5

En la evaluación general, la promesa de aprender ideas y herramientas para manejarse en la crisis no se cumplió. Puntazo en contra. Resultado final: 3-6. Un congreso sobre personas en que mayoritariamente escuchamos a economistas e ingenieros que no hablaron casi nada de personas, con exceso de declaraciones políticas, valóricas y buenas intenciones, con mínima orientación a la práctica y cero foco en el aprendizaje de nuevas ideas y metodologías. Fue una oportunidad desaprovechada. Hubo errores graves en el diseño del congreso. Da la impresión que se diseñó desde la concepción de las las personas como "recursos humanos" y no como personas al servicio de una organización y de sí mismas. Propongo una secuencia centrada en el aprendizaje de los asistentes: innovaciones conceptuales, nuevas metodologías y aplicaciones efectivas. Eso es lo que las personas que nos encargamos de personas en las empresas andamos buscando.

Si alguien usara este congreso como muestra para evaluar el nivel de los gerentes, profesionales, consultores y académicos chilenos en el tema de gestión de personas, el resultado sería patético. Diría que tenemos extraviada la mirada, que no vemos a las personas, que nos preocupan más los números que la gente, que tenemos una mirada lineal más que sistémica, y que no existe énfasis en innovaciones conceptuales y metodológicas. Por suerte, sabemos que no es así. Ojalá que el próximo Congreso de Personas y Organizaciones de Icare refleje la calidad existente en nuestro país, que este año no se vio.

Comentarios

Anónimo dijo…
Muy buenos los comentarios... y me encantó tu sistema de puntaje... hace rato que iCARE debería reinventarse... la innovación no ha pasado por ahí....
Anónimo dijo…
Excelente tu columna de opinión. Sin duda, una oportunidad perdida. Y no es la primera: muchas veces me ha llamado la atención en ese congreso la falta de personas de la disciplina entre los expositores y los lugares comunes en las presentaciones.
Felipe Landaeta dijo…
Concuerdo contigo, estuve ahí. Me pareció bastante más de lo mismo y poco nuevo. Además mucho discurso aspiracional, muchos "debe ser" y "hay que".

Me quedé con la sensación de que si este es el nivel de análisis en torno a "personas y organizaciones" estamos bastante mal.

Valoré mucho lo que dijo la persona del sindicato de Sodimac ya que bajó a los hechos y atravesó el nivel de las buenas intenciones de una forma respetuosa y frontal.

Fischmann también me pareció entretenido y un interesante estilo para decir las cosas a través del humor liviano y no verbalizado. Buen recurso.

Si no hubiese ido invitado creo que me habría sentido estafado por la calidad del producto final.
Me alegro que haya ido la persona del sindicato de Sodicam, pues en este mismo Icare del año pasado, fue el Solari que es Gte.Gral. de Sodimac, donde su discurso en favor de las personas, era que tener "UN SOLO RUT", y hacer del sindicato su mejor aliado.

Respecto de Fischman, me gusta, e incluso tengo su libro "Cuando el Liderazgo no es suficiente". Ahora falta que las empresas estén dispuestas a ser "intervenidas".

No asistí este año, pero dado lo que cuenta Ignacio, es más de lo mismo, salvo lo de Sodicac. Aprovecho de rescatar lo expuesto el año pasado por Juan Pablo Bosch, presidente de Empresas Bosch, quien le puso corazón y emoción a su discurso, lo a mi parecer, era sincero en lo que contaba. Contó como en la planta principal, crearon una Sala de Capacitación identidad a la que él estuvo en Harvard. Él mismo y su mujer fueron nuevamente a Harvard a tomar las medidas. El mensaje, para que la gente aprenda realmente, debe hacerlo en condiciones física y emocionales dignas. Como anécdota, contaba que los trabajadores le pusieron la sala "Jarvar". La motivación por aprender se transformó en una real ventaja competitiva para Bosch.

Faltan muchísimo más ejemplos sencillos como éste para hacer de Chile un gran país.
Unknown dijo…
¿Sería posible que tu les hagas llegar estas apreciaciones a los organizadores del congreso?. Creo que les ayudaría para el próximo año
Unknown dijo…
Ignacio,
Muy notable y poco común tu franqueza en este pequeño mundo en que las críticas no suelen ser bien escuchadas. Asistí a este congreso en 2002 y me propuse no hacerlo más, salvo que hubiese un cambio de fondo. El 2006 volví porque me invitó un amigo expositor... más de lo mismo. La querida Mercedes Soza cantaba que todo cambia, parece que esta verdad universal no alcanza para todos. La verdad esto me da mucha rabia; quedamos a la altura del famoso articulo "Por qué odiamos a RRHH". Y da rabia, porque me siento parte de quienes nos la jugamos por algo diferente.
Un abrazo,
Rodrigo Fuenzalida

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