Emociones positivas: una fuerza que mueve montañas


Les adjunto una columna que escribió la periodista Violeta Guiraldes, a partir de una entrevista que me realizó, publicada en la revista Tiempo Seguro de la Asociación Chilena de Seguridad.

Obtener el premio mayor de un juego de azar, es una de las fórmulas más comunes de buscar la felicidad. Sin embargo, una vez que el dinero llega, lo cual es poco probable, la ilusión se desvanece, ya que lo material ayuda pero no da toda la satisfacción esperada y , en ocasiones, trae más problemas que los que soluciona.
Según dicen los estudiosos del tema a nivel mundial, el camino correcto para estar contento es otro mucho más a nuestro alcance: transformar los pensamientos negativos y entregar energías positivas al ambiente que nos rodea. Estas se multliplican y retornan, activando las “buenas vibras” necesarias para ser feliz.

Todo depende de cómo nos contamos nuestra realidad. Si creemos que “somos fatales”, no intentamos cambiar las cosas y atraemos lo negativo. Si pensamos que protagonistas de nuestra vida” hacemos todo lo que nos conduce a ello y ésta llega.
Las fuerzas positivas que irradiamos son convenientes para todos y si se suman a las de otros pueden hacer florecer a personas, familias, grupos de trabajo y hasta mejorar la productividad de las empresas. Igualmente, pueden preservar la salud manteniendo altas las defensas.

Lo que dice la ciencia

Según nos cuenta Ignacio Fernández, psicólogo titulado en la Universidad Católica, Director del Magíster en Psicología de las Organizaciones de la Universidad Adolfo Ibáñez y experto en la materia, el poder de los afectos y pensamientos positivos está comprobado.
Marcial Losada realizó, en 2005, la investigación científica más completa conocida hasta la fecha sobre equipos de alto desempeño. Sus resultados mostraron que las únicas dos características matemáticamente comprobables que diferencian a estos equipos de otros de menores resultados son la conectividad (buena comunicación) y la mayor tasa de positividad/negatividad o p/n (cantidad de comunicaciones positivas en relación a las negativas.

En los equipos de alto desempeño las comunicaciones están marcadas por lo positivo, en una razón de 6:1. ( se reciben/emiten seis mensajes positivos por uno negativo). La p/n mínima para que los sistemas humanos florezcan es de 2,9013, lo que es reconocido en el mundo científico como “Losada Line” (http//wikipedia.org/Losada_line).“En forma simple -explica Fernández- los sistemas humanos florecen sobre ese límite y languidecen bajo éste”.

Otros investigadores, cuenta el entrevistado, obtuvieron este mismo resultado en investigaciones realizadas con matrimonios en Estados Unidos. Los que no se separaban estaban sobre la Losada Line: 2,9 mensajes positivos contra 1 negativo.

“Así se comprueba- afirma Fernández- que a empresas, grupos y personas que viven en positividad, la vida se les despliega. Dicho esto en lenguaje coloquial: “Si yo ando en buena onda, la vida se pone en buena onda”.

En el trabajo es el líder quien tiene la responsabilidad de generar las condiciones organizacionales positivas para superar la Losada Line y si no lo hace va contra los intereses de su organización. Según la investigación de Marcial Losada la positividad determina la rentabilidad, la satisfacción de los clientes y el clima laboral. “Esto es líneal y matemático”- asegura Fernández. “Creo que la mayoría de los gerentes en Chile van a encontrar esto ridículo pero está demostrado”. Sin duda es esencial tener competencias técnicas y ser riguroso en lo que se hace, pero ese factor, según él, no es lo más importante. “Los equipos sobresalientes sólo se despliegan y logran el mayor rendimiento en condiciones emocionales positivas”. Agrega que en los estudios de innovación se demuestra que esta ocurre en ambientes de emociones organizacionales positivas.

El factor que determina altos logros, a su juicio y el de muchos expertos, no es técnico, es de confianza. “Si yo como líder miro la vida desconfiadamente, voy a transmitir un ambiente desconfiado”- dice el entrevistado. “Así mato la innovación, la creatividad, porque nadie se va a arriesgar a darme ideas. Si yo soy confiado y expansivo, no ando preocupado de retar a las personas sino de generar un ambiente positivo, la gente se va a motivar, va a trabajar, va a desplegar sus talentos”.

Según Fernández, en Chile el talento abunda pero hay pocos líderes que generen condiciones organizacionales para que éste se despliegue. “No se dan cuenta que son ellos los que no tienen gestión de sí mismos y ofrecen espacios de miedo y negatividad. ¿Quién va abrir la boca allí?”.


Como adquirir la positividad

Los excelentes resultados que se obtienen al ser positivo invitan a las empresas, a las familias y a las personas a preguntarse cómo adquirir esa condición pero no es algo que se compre. Surge desde el interior de las personas y hay que trabajar para ello.

Ignacio Fernández considera que para conseguir la felicidad es necesaria la gestión de uno mismo. Igual que algunos vehículos usan un GPS para encontrar el camino que los conduce hacia el lugar al que necesitan llegar, “hay que tener alguna metodología para conectarse con el GPS interior. Cualquier metodología que acalle la mente, tranquilice las emociones y centre el cuerpo: un retiro espiritual, una oración de cualquier religión, meditación, un mantra, biodanza, pilates o cualquier otra forma de lograrlo. El tema es conectarse centradamente. De ahí emerge la positividad más pura”.

Hay que trabajar en el logro de esta forma distinta de pensar la vida. Esa gestión de sí mismo debería venir de espacios anteriores, del colegio con la educación para el desarrollo personal y las relaciones humanas, también debería ser estimulada desde los medios de comunicación. “Algunos conductores de televisión tienen la cualidad de transmitir la positividad con su forma de decir las cosas. Aún cuando lo que digan no sea algo bueno, transmiten una actitud de ese tipo”-dice el psicólogo.
Al despertar cada mañana existen muchas energías positivas disponibles y a veces ástas se van al suelo en el transcurso del día y esto depende de la gestión de los afectos.
A juicio del entrevistado, si la mujer integrada, no la que por competir termina pareciéndose al hombre, estuviera más presente en cargos importantes públicos y privados podría colaborar mucho en esta tarea. “Todos los estudios de capacidades cerebrales muestran que la mujer tiene un cerebro más integrado y equilibra mucho mejor las variables mentales con las emocionales”.

Contactarse consigo mismo y guiado por el GPS interior, avanzar en la búsqueda permanente de sentimientos y pensamientos positivos sobre lo que hacemos o vivimos parece ser la fórmula mágica para lograr la felicidad, pero requiere del esfuerzo personal, de la gestión de sí mismo, desde adentro hacia afuera.

Comentarios

Excelente la entrevista y el tema abordado. Suertudo nosotros que ya lo tenemos claro, y que gran desafío sí, para expandirlo al resto. Y, justamente, uno de los objetivos de la consultora que estoy desarrollando, es ese,expandir este nuevo "mensaje" a las organizaciones.
Gracias por tu post Ignacio. Muchas veces la rutina y lo diario nos hacen ingresar en el remolino de la negatividad y se nos olvida que una emoción positiva es más fuerte que una negativa.

Ahora a ponerlo en práctica y expandir este mensaje.

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