Un 2009 diferente y potencial

Al terminar mis vacaciones casi siempre tengo ganas de volver a trabajar. Imagino el año como un bastidor en blanco que debo pintar con los colores y trazos que mi energía y la coordinación con otros me permita, buscando proyectos inspirados e inspiradores, para mi y para otros.

Para este año laboral 2009 aún no logro encontrar ganas ni motivación para volver a trabajar en lo "habitual", que en mi caso es casi siempre novedoso, por el tipo de trabajo que tengo en la Universidad Adolfo Ibáñez (con espacios y proyectos desafiantes y nuevos cada año) y en la consultoría independiente (lo que me permite subirme a los proyectos que me interesan). En rigor y en lo externo, este año nada es diferente a los años anteriores y se perfila bien.

Los cambios han sido internos. Como todo camino en vías de descubrimiento, no lo tengo claro, aunque mi GPS interior tiene algunas certezas. Sabe, por ejemplo, que este año quiero enfocarme en escribir un par de libros (lo que es apasionante, contribuye a la misión que llevo adelante, es consistente con mi camino de automaestría y renta muy poco en lo económico). También quiero concentrarme en las conferencias que crecientemente me están pidiendo. Sé también que no quiero trabajar con gente de baja vibra y que transmite envidia, por cercanos que sean. Tampoco quiero relacionarme con clientes abusivos y que intentar esquilmar al consultor, abusando de la relación de poder perse asimétrica entre cliente y consultor, en su mirada (no en la mia). Me tienen cansado (en rigor ya no atiendo a casi ninguno y el par que me queda, los terminaré a la brevedad).

Siento que es un año de intensa siembra, de mucho trabajo silencioso, solitario y perseverante, de mucho cuidado de mi cuerpo y mis energías, y con muchos "no" a peticiones que no cuadren con mi palpitar, pues sé que mi mayor efectividad relacional y personal está cuando soy fiel a mi interior. Es un 2009 potencial, donde está todo por escribirse y develarse, y donde mi prioridad será sostener la energía positiva a ultranza y alejarme de la negatividad, aunque ello tendrá impacto directo en mis ingresos. Mi confianza en la abundancia de lo Superior es absoluta. Cuando se cierra una puerta, emergen miles.

Se abre el 2009 con la floreciente certeza de la incertidumbre y con el ancla en mi yo interior, no en el yo exterior, ese al que le doy batalla cada día con mi rigor meditante. Cuando acallo la mente, se ilumina mi ser y emerge lo Superior en mi, operando su acción perfecta en el exterior. Así de simple, así de cierto, así de mágico.