¿Cómo vivir una separación?


Como la vida es perfecta y le da a uno justo lo que necesita para su aprendizaje y expansión, fui invitado a grabar un programa piloto para la TV, dirigido a mujeres, donde me pidieron hacer un monólogo de 3 minutos para mujeres separadas. Fue una experiencia nueva, muy interesante, desafiante vitalmente pues me exigió un observador profesional y empático en un momento y contexto personal especial, y ya veremos cómo fructifica en el futuro. El texto que escribí para el monólogo es el siguiente:

La mayoría de las mujeres viven la separación con culpa, con mucha pena y se deprimen luego de la separación. Si tú pasaste por esto o conoces a quién esté separándose, sabes bien de qué estamos hablando. Separarse es doloroso y en general se vive como un momento negativo y estresante. Si uno se queda pegado en por qué se separó y comienza a pensar “si yo lo hubiera atendido mejor, si hubiera sido más activa sexualmente, si no lo hubiera molestado con que veía mucho fútbol, si no le hubiera hecho escenas de celos, si no hubiese sido tan agresiva en las peleas o hubiera criticado menos a su mamá”, si tú te pones en ese lugar, no tienes opción de vivir bien una separación. Te quedas encadenada a un pasado que ya fue, te concentras en lo que no hiciste o en lo que hiciste mal, y lo negativo y la baja vibra te agarran y te tiran hacia abajo. Tu vida se pone oscura y sin darte cuenta te desvalorizas.

Otra forma que te atrapará es echarle la culpa a cosas de afuera, pues te pones en el papel de víctima. ¿Qué dicen las “víctimas” en una separación? Si me hubiera tocado un mejor hombre, si no hubiéramos tenido tantos problemas de plata, si los hijos no nos hubieran dado problemas, si la suegra no se hubiera metido tanto..... y así, cualquier explicación donde parece que uno no tuvo nada que ver. Eso también te atrapa. Te impide aprender para tu siguiente relación de pareja.

Aquí sólo hay 2 posibilidades: o actúas como víctima o actúas como protagonista. Si tú te separaste o eres de las miles de personas que está pensando silenciosamente hace tiempo si separarse o no, o cómo hacerlo, la buena manera de hacerlo es preguntándote para qué me separé, qué sentido positivo tiene para mi vida, la de mi ex y la de mis hijos, qué nuevas posibilidades se me abren a futuro, cómo hago para tener la pareja que quiere tener y ser la que quiero ser. Eso es poner la mirada en lo que hiciste y haces bien en tu matrimonio o convivencia. ¿En qué eres buena como pareja?, ¿qué te gusta de ti misma?, ¿en qué te valoran tus amigas en tu papel de esposa y compañera?, ¿de qué estás orgullosa de ti misma?, ¿en qué eres seca?

Mírame. Esta es la clave. Llenarte del propio poder de lo que haces bien, de lo que te da vida, cargar tu corazón con la positividad que todos tenemos naturalmente y que a veces apagamos porque miramos el mundo con ojos temerosos. Es saber que si uno toma su vida en las propia manos, se convierte en el protagonista del propio guión y se conecta con la luz de la vida. Siempre cuando se cierra una puerta se abren muchas otras. Quien está con dolor, rabia y victimizado va a encontrar ridículo que diga esto. Es así. No es la separación la que daña, es cómo tú la enfrentas.

Cuando una pareja termina la gente da consejos para asegurarte condiciones de vida. Eso está bien. Lo más importante, por mala que haya sido la relación, es agradecerle al otro lo que hizo por mi vida. Puede haber hecho cosas buenas y si doy gracias quedo en paz con la historia. Puede haber hecho cosas malas. Sí así fue es para que aprendieras, para que fueras maestra de ti misma y te prepararas para tu próxima pareja.

Una buena separación es agradeciendo el pasado, mirando todas las posibilidades que se abrieron y siempre con optimismo. El que sólo mira problemas, se convierte en un problema. El que reconoce las dificultades y pone su corazón en las oportunidades, sostiene el control en sí mismo y atrae lo positivo a su vida.

Vivir en pareja es uno de los estados de mayor felicidad y bienestar, si los dos satisfacen sus ganas de compañía, intimidad, entretención y expansión, y resuelven las diferencias sin evitarlas. Es un estado rico, al que todos aspiramos. Una ruptura o una separación no cambia esto.

Y tú, ¿qué harás?, ¿serás víctima o protagonista de tu vida?, ¿te quedarás culpando al otro o verás que las posibilidades están en tu actuar?, ¿vivirás en lo negativo o florecerás en lo positivo?

Nadie hará por ti lo que tú no estás dispuesta a hacer por ti. Te animo y te invito con toda la fuerza de la que soy capaz: las herramientas para vivir bien la vida personal y en pareja están todas dentro de ti, siendo líder de ti misma. Desde adentro hacia fuera.

Comentarios

Monita dijo…
Ignacio, te agradezco una vez más todo lo q compartes con nosotros. Estoy segura que con estas palabras ayudarás a muchas mujeres a encontrar aquello que tanto pueden llegar a necesitar, y q parte por ellas mismas.
Un abrazo!
Caro
Ignacio,

Como me alegra ver que todo lo que nos has enseñado, se puede aplicar a todos los ambitos de la vida.
Mucha suerte en el piloto, y como dice Carolina Concha, si las mujeres que te escuchan logran entender lo de ser protagonista o víctima, encontrarán la respuesta dentro de ellas mismas.
Saludos,

Rodrigo.
Tanja dijo…
Ignacio, felicitaciones por la oportunidad y me sumo a los agradecimientos.

Al tema, agrego que me han llamado la atención varias mujeres mayores (mamás de amig@s) que se han separado, y lo felices que son, floreciendo en lo positivo.

Saludos, T.
Ignacio,

He tenido esta conversación muchas veces con mi mamá sin éxito. Decidí reenviarle lo que escribiste y me dijo que lo leyó 3 veces, y ya he notado un cambio en su actidud sobre la separación.

Tus palabras no solo verbales sino que escritas movilizan a las personas ya que están llenas de energía. Gracias por este gran regalo y gracias por seguir escribiendo y transmitiendo tan bella y sanadora energía.

Besos,

Feñita

Entradas más populares de este blog

Especialismo

Luces y sombras de la encuesta Great Place to Work

Constelaciones de energía