El sentido de propiedad: es mío

Ando con severos problemas con el sentido de la propiedad, con la idea de poseer algo o a alguien. Es un sentir brumoso donde sólo atisbo un par de cosas.

1. En los vínculos, sentir que otro me pertenece o que le pertenezco a otro, en cualquier proporción, por pequeñita que sea, saca a esa relación del origen libre e inspirador que la formó. Instala la primacía de las expectativas y la obligatoriedad de su cumplimiento por sobre la voluntariedad y la pasión de ser con otro. Cuando cualquier tipo de relación entra en la exigencia hacia otro, es el principio del término de "eso" que los unió. Obviamente me refiero a relaciones voluntarias y libres, pues donde está metido el miedo, la subsistencia y el poder es otro contexto relacional. Lo siento en primera persona: relaciones con personas que me exigen sin que yo les conceda ese espacio y que sienten que pueden tomar de mi un espacio que no les abrí, traspasan ese límite de lo individual donde yo me siento abusado, exigido, violentado, sorprendido y ahogado. Yo por lo menos me alejo rápidamente de quienes intentan hacer eso, pues borra mi individualidad, aspiran a nutrirse de mi energía y me conectan con una vibración que me traga hacia abajo.

2. La propiedad privada, en el clásico sentido económico de la sociedad capitalista y que muchos consideran el pilar básico del "ordenamiento" mundial actual. Siento que es el reflejo de lo anterior, llevado a lo tangible. El conquistador, por cuidar su conquista, se vuelve esclavo de lo que conquistó. Se pone el foco en poseer algo de afuera y surge el apego, la defensa de eso y la detención en el camino del crecimiento. Siento que lo único existencialmente necesario es poseerse, para ponerse al servicio de aquello que me da sentido.

O sea, chao con cualquier tipo de apropiamiento. Lo tangible encierra lo intangible, lo nomina, ridigiza y detiene el flujo energético. Es como pasa con los juicios respecto de las sensaciones: te sacan del fluir y del aquí y ahora. Te dejan al margen del flujo de la vida. Necesito fluir, latir, volar, ser con otros en la gratuidad, desplegarme y acompañar a otros a desplegarse en el vuelo libre de cada individualidad, sin posesiones, sin que seas mía ni que yo sea tuyo, agradecidos de que la vida nos juntó para algo. Siendo fieles a ello en lo generoso es como se puede seguir avanzando en la espiral del incremento de la energía y la vida.