¿De qué felicidad hablamos?

Estos últimos días han estado cargados a la tormenta interna y a la necesidad de encontrar respuestas más allá de las que se me han develado. Como patrón espontáneo me ha nacido buscar afuera, conversando y leyendo, necesitando contención. Me he sentido al límite de mi comprensión y de mis afectos.

En este trance pedí el consejo a una gran amiga, sabia, reflexiva y a quien admiro pues habla poco y encarna en los actos su peregrinar. De las muchas cosas que me dijo y que me tienen mirando mis creencias, la primera que me sorprendió fue su idea de la felicidad, radicalmente distinta a la que tenemos la mayoría.

Generalmente concebimos la felicidad como un resultado de nuestros actos o de las relaciones que establecemos con otros, es decir, como un output en el proceso de la vida. Quienes meditan por años sostienen que la felicidad es un estado anterior al actuar en el mundo, que se logra en conexión con la fuente de lo Superior. Es en contacto con esa Luz que se logra la felicidad, la que es irradiada en nuestros actos, relaciones, familia, trabajo o donde quiera que seamos. La felicidad sería un input al proceso de la vida, una predisposición de adentro, antes de salir al afuera.

Ese es cambio de paradigma miércale. Nunca había visto ni pensado esto. Me hace sentido, me resuena y me hace mirar la vida de otra forma. Pone en primer lugar mi trabajo diario de meditación, para ponerme bajo la Luz de lo Superior, dejarme tocar por su amor gratuito e incorporar en cada respiración la inspiración de la felicidad sin límites, y así esplender hacia otros. Desde adentro hacia afuera. Ufff.

Recuerde: su comentario es mi sueldo.

Comentarios

Pía Cordero dijo…
Uff. Bien power esta nueva concepción de felicidad. Lo primero que me pregunté es si sería más difícil o más fácil de alcanzar. Al no depender de condiciones externas sería más "fácil" porque hace nuestra responsabilidad el trabajo para lograrla. Pero que difícil a la vez, todavía estoy tratando de entender.
Sin embargo, me quedo una vez más con la sensación de que todo está en nuestras manos, nuestra vida y lo que hagamos de ella es nuestra responsabilidad. Cuando entendí eso, entendí que todo estaba en mis manos, sentí el impulso, las ganas, la energía, la convicción y la certeza para trabajar por lo que quería.
Pero nunca había pensado en la felicidad en los términos que escribiste. Me impacta, pero me hace sentido, tengo que reflexionarlo un poco o mucho. Quizás no hay que pensarlo tanto ni tratar de entenderlo, sólo hay que aprender a mantenerse conectado... después, después todo llega.

Si los comentarios son tu sueldo, van un poco de lucas para que vayas a una fonda.

Cariños,

Pía
Hola Danitza, tanto tiempo. Que bueno que los comentarios de ayuden. Estar en Cancún con tu vida actual tiene un sentido, aprendizaje que se plasmará cuando llegues a Chile, a desplegar tus sueños y tus ganas. Este tiempo suena a tiempo de preparación. ¿Cómo va todo?, ¿has dictado pineales?

Un gran abrazo para ti,

Ignacio
Estamos en la misma Pía: intentando entender con los afectos y con el actuar diario, pues la mente entiende rápido y pocas veces se refleja en comportamiento. ¿Cómo hacer el aprendizaje encarnado de la felicidad?

Comparto contigo que es mantenerse siempre conectado y por eso escribí lo de la respiración, pues las veces que más logro mantenerme conectado es cuando visualizo que en cada inspiración me lleno del líquido luminoso de lo Superior. Volado y efectivo.

Gracias por las lucas para el 18. Sirven a mi bloggero expansivo que quiere conversar y crear con otros en este espacio reflexivo.

Un abrazo,

Ignacio
Monita dijo…
Sí... creo que la felicidad es algo anterior al actuar, a los hechos. Es un estado, un vibrar, que lo encontramos también en la soledad y el silencio con nosotros mismos. Tú mismo me lo dijiste alguna vez! o algo muy parecido, que me causa lo mismo que ahora has escrito en tu blog.
Si lo llevamos dentro, se expresa. Como es adentro es afuera. Sin embargo, este fluir interno se potencia aun más al expresarse con otros, en distintas situaciones y contextos.. incluso al sorprendernos de nosotros mismos haciendo cosas que antes creíamos imposibles.
Al final creo que esta felicidad tiene un poco de las 2 cosas. Que sería de nosotros al sentir tanto sin poder expresarlo con actos y/o palabras?
Yo al menos, me siento ahogada cuando no me lo permiten. Pero nuevamente, está en nuestras manos. Tal como dice la Pía, sigue siendo nuestra responsabilidad, ya que nosotros y nuestro mundo son tal como nosotros queremos que sea.... aunque a veces cueste ;)

Gracias por compartirlo!

Ya estay llendo a la fonda. Espero que con esto ya podai comprarte unos ricos choripanes o tomarte su wena shishita!
Unknown dijo…
Este cambio de paradigma, como lo llamaste, me hace mucho sentido a mi también. Debo confesar que sí lo había escuchado, hay unas cuantas corrientes filosóficas y antropológicas que plantean algo parecido. Pero como lo dice tu amiga me hace pensar en lo sabia y reflexiva que debe ser.

Este cambio de paradigma planta la concepción del vivir entre la diferencia de caminar hacia una Luz y caminar irradiando Luz; irradiando Luz de felicidad y amor en cada acto. En este sentido la felicidad no es entonces un fin último, sino que es el camino mismo por el cual construimos la vida, en el cual ponemos nuestros actos.

Si que es un gran cambio de paradigma, el "de adentro hacia afuera". ¡A hacerse cargo entonces! No es fácil, nos dota de una gran responsabilidad ya que en todos nosotros yace una fuente de Luz, Amor, Felicidad, Dios, Energía Divina (como cada uno quiera llamarlo) y que de esta podemos beber y nutrirnos cada día, cada mañana y vivir acorde a esta felicidad. Es difícil por que supone pro actividad y dejar el paradigma de “estar arrojados en el mundo” que para algunos es tan fuerte y determinante.

Que potente todo esto!!
Un abrazo grande!!

Tomás Lalanne Z.
Felipe Landaeta dijo…
Personalmente me conecta con la búsqueda que he hecho a través de la meditación, la respiración y el trabajo con estados ampliados de conciencia.

Me recuerda mis momentos de angustia existencial, asi como los de éxtasis... todos provenientes de estados internos que se expresaron en hechos concretos en la vida, en un encuentro complejo entre el mundo interno y el externo.

Esta es la concepción que Grof desarrolló a partir del trabajo clínico con estados no ordinarios.
Él señala que al conectar con los momentos hermosos y sanos de la vida intrauterina nos conectamos con lo hermoso de la vida y viceversa, al conectar con los momentos difíciles y de carencia dentro de la vida prenatal, eso se manifiesta en la percepción que tenemos del mundo. Estos elementos que funcionan ocultos a nuestra percepción influyen directamente en nuestras sensaciones de bienestar, felicidad, pobreza, tristeza, etc., cambiando radicalmente la típica búsqueda externa de la felicidad.

Finalmente Stan habla de que los grandes cambios en la vida son en el "cómo", más que en el "qué". Habla de que muchas veces en la vida le echamos la culpa a la pareja, al trabajo o a la vida de las cosas que nos suceden, y que tendemos a movernos en la vida con la creencia de que al cambiar afuera saldremos de estos estados. Para desgracia de muchos estos no es así, y vivimos la vida de un lugar a otro buscando la felicidad afuera, cuando realmente está en otro lado: dentro de nosotros.

Coincido con la Caro que estas cosas se potencian según los contextos y los otros. En ese sentido, creo que es necesario un encuentro entre lo interno y lo externo, que exista un equilibrio.

Este equilibrio es lo que me parece más difícil de lograr, ya que finalmente: ¿cuál es el nivel de influencia interna, y de influencia externa en la vivencia y percepción que tenemos?
Lorna Cortés dijo…
He estado pensando tu reflexión durante el día y creo que es un cambio potente, que como menciona Pía implica el hacerse cargo, tomar en las propias manos la construcción de la felicidad y con ello la posibilidad de irradiarla a otros, esto desde el estado de conexión con la luz interior... me resuena internamente, me lleva a pensar en mis momentos de felicidad y constato que estos han estado marcados fuertemente por sentirme en contacto con algo superior y actuar de acuerdo a ello, y aunque todo en lo exterior no estuviese como quisiera, el sentimiento de felicidad está ahí, es palpable y se irradia...Desde dentro hacia fuera... Gracias por esta nueva distinción que permite apropiarse del camino a la felicidad.

Un abrazo,

Lorna
Mali dijo…
Te leo, respiro y sonrio...con la complicidad de que estas preguntas no son sólo personales, si no compartidas por todos a los que nos inquieta la forma en que vivimos y sentimos la grandeza de ser actores de ella.

Gracias por compartir tus experiencias...gracias entregar oportunidades de cuestionamiento y aprendizaje.

Podríamos en algún momento encontrarnos en ese estado de felicidad, es decir, existirá algún espacio indeterminado para que todos, que sin palabras sintamos lo mismo, conceptualizándolo de distintas maneras?

Te abrazo con todo mi cariño.

Mali
Unknown dijo…
Hola Ignacio, me gustó el blog.
En especial me gustó la elección de imágenes en relación al texto que tienen a su lado.
Como su comentario es mi sueldo, hoy estoy con mucho $$$$$. Gracias por sus comentarios.

Mali: creo que en un estado de felicidad como el que dices, las palabras sobran, pues veríamos nuestro color de luz y sabríamos en que estamos. Creo
Mali dijo…
Tienes razón...vuelvo a sonreir con ese sentimiento de que hablamos el mismo idioma...sentirme identificada y escuchada...agradezco a tu amiga por la sabia experiencia.

Van hartas luquitas, si sigues así tendrás el corazoncito gordo de cariño y entrada libre para una ramada jajajaj

Besos

Mali
Tanja dijo…
"Logra la paz en tu interior y derrámala hacia afuera..." (Joaquín Bello, disco: Hijo del Planeta, última canción: Himno por la Paz)

No tiene porqué ser tan difícil ni tan largo, es cierto que la meditación, sobretodo si son años, ayuda; pero cada uno tiene su forma de llegar a esa paz.

Sé coherente contigo mismo, no te engañes, tú sabes tu camino, tu misión, no requieres buscarlo afuera. Recuerda quien eres: un ser en camino a la perfección, en una experiencia de aprendizajes en un planeta al que posiblemente elegiste llegar, para servir.

Si la verdad te hace libre, pregúntate: ¿cuál es la "mentira" que te está atormentando? Cómo la puedes enfrentar?

"El Amor te da Paz, si no te da Paz, no es Amor", es una sabiduría que aprendí de una sabia persona. No se refiere sólo al amor de pareja, se refiere a cualquier situación en la vida.

El Todo, esa Luz Superior, es puramente Amor. Si te sientes intranquilo, te estás alejando.

Algunos encuentran el camino en la meditación, otros, en el servicio.
El Ser Superior está en todas partes.

Cuida tu ego, quizá sea ese el que te esté tendiendo una trampa...

Un fraternal saludo*
Gracias Tanja por tus palabras. Bellas, profundas, esclarecedoras, cuidadosamente directas y generativas. Te lo agradezco muchísimo. Me has abierto miradas que hoy no estaba viendo.

Y claro que hay muchos más caminos que la meditación. Fue el ejemplo de la persona con la que converse.

El Amor te da Paz. Si no te la da, no es amor. Uffff
Tanja dijo…
Que bueno que lo tomaste así, temí haber sido demasiado directa... :-P

Amor y paz para tí en este camino de re-conocimiento de tu yo interior!
A mi me da la impresión de que la felicidad es un estado, que más que ser una entrada o salida en vida, es algo que modela las cosas. En otras palabras modifica las entradas y las salidas. En el caso de las entradas, mejora el proceso y en el caso de las salidas, mejora nuestra percepción de ellos. Eso podría ser peligroso, como la felicidad podría nublar nuestra visión del proceso, es el caso de Polaroid.

Saludos

PD: no encontre link de RSS

Eduardo Berríos Sangüesa
Universidad Adolfo Ibañez
Ingeniería Civil Industrial
http://eduardoberrios.blogspot.com
Anónimo dijo…
...la vida, las experiencias, las "simplezas" y "grandezas" nos muestran día a día que la felicidad se siente, no en el sujeto del afecto, sino en algo ininteligible, no es de pensar es de sentir, no se comprende con la razón, se siente no solo en el corazón, en mi todo, en la corporalidad y en lo intangible...tus sabias palabras que hacen más fácil expresar lo que he sentido hace mucho tiempo, de una manera inconciente, sin verbalizarlo hasta ahora...no me he sentido feliz si no puedo amar, si no me puedo entregar, pese a sentirme amada, pero limitada en mi proceso de entrega, ahí yace la carencia...me siento infeliz cuando dejo de sentir pasión en cada cosa que hago...mi desafío en cambiar primero mi forma de expresarme, no diciendo "me siento infeliz cuando, sino me siento feliz cuando..."
Gracias por la generosa extrega de lo dado e incorporado...gracias por compartir tu luz.
Un abrazo.
Pamela

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