Miguel


Has partido en Iquique y yo estoy en Estados Unidos. Durante los últimos dos días no podía meditar, estuve muy agotado, dormí en todos los momentos en que no estuve en la Conferencia y la frase que se imponía en mi conversación interior era “I AM la resurrección y la vida”.

Quizás todo ello era la intuición y el preludio de los preparativos de tu partida a la Luz, esa energía misteriosa y conectada con el sólo hecho de pensar en el otro, independiente de la distancia física que nos separe.

Dejaste este mundo en tu sueño, tranquilo y sonriente, como fue tu vida. A tu ritmo, alegre y contagioso, y entregado a los otros en la encarnación de tus sueños comunistas que se manifestaban tan vivamente en tu capacidad de escuchar a quienes necesitarán acogida, aconsejarles y vibrar con sus historias. Ese regalo de tu ser lo recibí yo también y, como varias veces nos dijimos, ambos sentimos que más que suegro y yerno fuimos pares y amigos, esos que se respetan, se aman, discrepan con pasión y cuidado, y se admiran en sus fortalezas.

Fue larga tu agonía. En los últimos 4 meses no eras tú, siéndolo. Los que te amamos pedimos muchas veces que partieses pronto y en calma, esa que espero te haya abrazado en tus últimas horas y que se ausentó de tu ser por las tareas irrealizadas. Dejas hijos grandes y consolidados, que saben hacerse cargo de si mismos y que con sabiduría reconocen que hoy estás de vuelta al origen, a la casa del Padre luminoso que en su amor gratuito e infinito te acoge. Nuestras oraciones y decretos son para que tu alma esté en el mejor nivel electrónico posible y que en ese lugar puedas recibir la instrucción para tu próxima vida o decidas quedarte ahí.

Con la distancia breve de mi sentir le doy gracias a la vida por conocerte y por tener la certeza en lo invisible. Sé que sigues estando en otro estado mucho mejor, pues el alma de tu corriente de vida individualizada sigue siendo eternamente. Mi ser humano está triste por no poder llegar a tu ceremonia de regreso, más sientes y recibes mis oraciones y mi luz para tu resurrección y vida.

Gracias por tu risa, que iluminó la vida de muchos, siendo dulce bálsamo para las penas y dolores de tus próximos.

La tortura no te quebró, la caída de tus ideales te estremeció y supiste vivir de los proyectos de otros. Quizás por eso el cáncer te atrapó, la sombra de la anomia te encerró y la falta de tus proyectos entusiastas desarticuló la vitalidad y el sentido de tu vida. Colo Colo no basta.

Sin proyecto no hay vida. Sin deseo no hay creación. Sin otros la vida carece de sentido. Partiste cuando decidiste vivir de los caminos de otros, lo que te alejó de tu camino y tu trascendencia. Como el gran pez, te dejaste fluir en el agua del adiós y hoy estás en la ceremonia de la luz que te acoge y te abre nuevas oportunidades.

Tus hijos estarán bien, tus nietos mejor, tus amigos y hermanos llorarán la soledad en que los dejas y tus padres te recibirán para darte eso que tú sabes que no te dieron y que es el soplo sagrado de la existencia toda: el amor. Que el Fuego Sagrado dador de todo te abracé y te haga celebrar con chicha, empanadas y choripán.

Me comprometo a hacer lo que hacías mágicamente: contar las historias que dan sentido al vivir. Comenzaré a contar las historias, tu historia, nuestra historia.

Te amo y nos vemos pronto, pues como dijo uno de tus referentes, “más temprano que tarde se abrirán las grandes alamedas por donde pase el hombre libre”. Hoy eres libre, yo voy hacia allá y nos veremos pronto. Salud y alegría por eso, suegro querido.

Comentarios

MI ABRAZO FRATERNO PARA ANDREA.

Que los hombres buenos que parten pronto dejan legados trascendentes, en las vidas de todos y cada uno de los que lo amaron. Sin duda ya estará con el Padre, disfrutando y preparándolo todo para recibir a los que vendrán después.

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