Gestionarse

Trabajando con muchas empresas y personas, ayudándoles para mejorar la gestión de recursos humanos, llego a una conclusión obvia: sólo cambiarán las personas que quieran hacerlo, y en el caso de los ejecutivos y dueños de empresas eso es imprescindible porque sus decisiones impactan a muchas personas.

Pero el problema es que el "éxito" de sus negocios los hace cegarse y no ven que lo único que los mantendrá vivos es seguir completándose como personas. Para cambiar se requiere decir "no sé", "no puedo", "no soy capaz", una declaración de ignorancia para reconocer desde la humildad que cada uno necesita cambiar y crecer, y se atrapan en el personaje que actúan. Y se van muriendo dentro de sí mismos.

Me desespera no poder llegar a esos corazones, a esas mentes, para decirles que sólo transformándose podrán cambiar a sus equipos, sus empresas y sus resultados en todas partes. Lo más importante es ser efectivo consigo mismo, ser feliz con lo que uno hace; sólo desde ahí se podrá ser efectivo con sus familias, los amigos, el trabajo o con quién quieran,

Como decir que sólo desde el contacto con la sabiduría de la corporalidad, se encuentra el eje de la vida, las emociones que abren la mente, la conciencia y las posibilidades. ¿Cómo hacemos para que hacer florecer la semilla del potencial humano que late en cada uno de nosotros, pero dentro de empresas, con su lenguaje de rentabilidad, eficiencia y productividad, donde los ritmos humanos a ratos parecen oponerse a las exigencias de optimización prodcutiva?. ¿Cómo emprendemos una cruzada en que gestionarse a sí mismo sea la máxima muestra de eficiencia, coraje y humanidad, y no una señal de debilidad?. ¿Cómo traemos de regreso a los despreciadores y a los ciegos de lo humano?

Comentarios

RdR dijo…
Estimado Ignacio:

Siempre es gratificante encontrarse en medio del camino a quien, valeroso y visionario, intenta abrir las brechas de mentes y corazones. Al leer tus notas de viaje, reconocidas por quienes hemos intentado el mismo trance y desafío, alienta en mí la esperanza, así como confirma lo correcto de esta travesía. Ya hay algunos que comprenden que una empresa, sea cual sea su función, es la desenvoltura externa de un recorrido interno. Que el "éxito" de un negocio es la concordancia que este tiene entre su desarrollo y ejecución y el mundo interior de quienes lo hicieron posible. No hay "éxito" sin felicidad, y la felicidad es la sensación interna final de haber hecho algo intrínsicamente bueno o de merito para quien lo hace. Esperemos que tu tarea, a veces Quijotesca, pero de gran valor y necesaria, siga su curso y arrime a vastos corazones y fruto de eso la "nueva empresa" crezca y se desarrolle.
" Si cogieramos un puñado de personas, sin método o criterio clasificador, solo un puñado que camina por la calle en libertad y a este puñado les preguntásemos: que es el éxito?... de este puñado escucharíamos muchas respuestas diferentes y de ellas, muchas sin claridad en un significado definido, pero si tomamos las pocas que dicen y definen con claridad que es para ellas el éxito, descubriríamos que todas esas personas tienen algo en común y es que: todas ellas tienen claro que hay que hacer esfuerzos, además también saben que esfuerzos hay que hacer, pero sobre todo saben muy bien cuales de esos esfuerzos están dispuestos a realizar. El éxito es la consecución de esfuerzos que unidos a una meta final nos llevan a un estado de felicidad."

Muchas gracias y sigue adelante.

Pablo Morales Roman
Anónimo dijo…
Estimado ignacio, comparto tus "porqué" y creeme que también estamos de alguna manera luchando para que eso ocurra. Hace poco estuve en las oficinas de siemens y en la entrada del hall, el slogan decía "una persona hace la diferencia, pero 450.000 puden cambiar al mundo" y la verdad es que ahí entendí más claramente que en lo que uno hace no estamos sólo, sino que al rededor nuestro se produce una suma de voluntades que, aunque no las precibimos, suaman y confabulan en favor nuestro. Sólo se debe ir de a poco, ya que el trazo del sendero siempre permanece para los que vienen más atrás.

saludos

roberto Bulgarini
Anónimo dijo…
Fuí alumna tuya del magister de gestión de RRHH y la semana pasada me enteré que escribiste este artículo después de darnos clase a nosotros.

Sólo quería reiterarte que tus clases han sido de las que más me han gustado, siento que "vibré con ellas" y aún pienso en el magister que estás dirigiendo, así que talvez nos volvamos a ver pronto.
Raimundo C. dijo…
Me encanta leer que dices que "te desespera no poder llegar a esos corazones que no quieren cambiar."...Muestra como has transformado tu camino personal en una pasión que te hace vibrar y que te moviliza.

Lamentablemente para ti (y para muchos como tu, entre los que me cuento yo mismo), estoy cada vez más de acuerdo con lo que plantea Maturana cuando dice que "somos responsables de lo que decimos, pero no podemos hacernos responsables de lo que el otro escucha". En este caso, sólo seríamos un gatillador de que la idea del cambio es positiva y necesaria, pero no podemos forzarla en el resto (quizás esto te hace sentido viendo a algunos de tus alumnos, no sólo a los líderes con los que trabajas)

De todas formas, siento que la manera en que podemos empezar a cambiar el mundo, es a partir del ejemplo; a partir de la forma en que demostramos como se vibra con este camino (y que tu demuestras con maestría, al menos en el MPO) y cómo los cambios que personalmente experimentamos, nos pueden llevar a estados que "ellos" (los corazones que no has podido tocar) no han logrado sentir, pero que sí pueden observar en otros que se ven felices, porque lo transmiten en su diario vivir.

Saludos,
Tanja dijo…
Refuerzo las palabras de Raimundo:
las respuestas a tus "¿cómo?" son: con el ejemplo. Si te ven a tí (¡¡¡el director del Magíster!!!) creyéndote el cuento y siendo consistente con eso, entonces al menos alguno de tus alumnos, también se lo va a creer.

A mí a menudo alumnos (de pre- y post-grado) me han dicho que "estás loca" por las cosas que planteo (p.e.: que es posible ser feliz en el trabajo). Pero al final de los cursos, me dicen que quieren ser locos como yo...

Y todavía siguen dándome pega como profe, así que taaaan loca, no debo estar :-P

Ánimo, sigue jugándotela por tus sueños, que si entre tus sueños está el ayudar a otros a cumplir los suyos propios, ocurrirá lo que sale en la contratapa del libro "El Alquimista": "cuando una persona está en el camino de su leyenda personal, todo el Universo conspira en su favor para hacer realidad ese camino".

Ah, y ojalá te animes a seguir escribiendo en tu blog, hace bien leerte!

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