La redarquía como forma de convivir

Entrevista en diario La Segunda. La redarquía como forma de convivir. Crisis y organización: los grupos y la importancia de la red. El estallido social ha impactado el ámbito organizacional reflejando como un espejo lo que ocurre al interior de este mundo. Fabiola Aburto Prieto Para Ignacio Fernández —psicólogo, speaker internacional en felicidad organizacional y liderazgo efectivo, quien trabaja con equipos de alto desempeño en todo el mundo—, el contexto actual puede ser una oportunidad para generar nuevas prácticas. Usa el concepto de “redarquía”, y apela a la colaboración, equidad, creación de vínculos y redes de confianza en empresas y organizaciones. “Cuando hablamos de redarquía nos referimos a la articulación de vínculos humanos con fines organizacionales”, dice. Y luego explica que “una red tiene que proveer una estructura que esté orientada a determinados fines, que dé seguridad psicológica para que las personas desplieguen sus talentos y corran riesgos para el logro de resultados”. En este sentido afirma, se trata “de que las personas no se muevan por el objetivo organizacional o por ganar más dinero, sino que se muevan por propósitos”. En momentos de crisis, asegura, es cuando la red se prueba, porque sostiene a la gente y a los resultados. “Es lo que llamamos resiliencia organizacional y está estudiado que en las crisis las empresas que no caen es porque invirtieron en las personas y en el vínculo. Donde hay vínculo, hay red; y donde hay red, hay confianza, colaboración e inteligencia colectiva. La forma vincular es la que genera los resultados”. —¿Cómo se trabaja el cambio al interior de la organización? —Es complejo, requiere de procesos, porque para cambiar una creencia uno debe tener conciencia de que las formas y prácticas organizacionales anteriores han sido inequitativas y a ratos abusivas. Lo cierto es que si no hay paz social no puede haber negocio; si no hay tranquilidad no puede haber rentabilidad. Es el argumento con el cual la clase gerencial y directiva va a poder decidir la realización de cambios. Explica que “son los jefes y supervisores quienes están con las personas y tienen que preocuparse por ellas para que las cosas salgan. Ellos saben que el buen trato y la generación de condiciones de bienestar permiten que las personas trabajen más contentas y que los resultados se logren con mayor eficiencia”. Fernández agrega que “el cambio organizacional funciona a nivel micro, en mi espacio de influencia. Tal vez el gerente no va a cambiar, pero tú, con tu equipo de trabajo puedes establecer un “cómo” distinto. Lo que se está fracturando a nivel organizacional es la estructura jerárquica y está emergiendo la redarquía”. Poder colectivo El experto asegura que “la gran oportunidad es apropiarnos —desde el liderazgo personal— de los espacios micro, liderazgo que no viene con el cargo. Ha habido tal ausencia de liderazgo de todas las instituciones públicas, que estamos interpelados nosotros a hacernos cargo, estamos en el tiempo de la responsabilidad consciente y de la excelencia en nuestro comportamiento”. —¿Y hay consciencia de esa responsabilidad? —Absolutamente. Hay una enorme cantidad de personas que en su vida personal y profesional ya entendieron qué se hace en su espacio. Hay una red invisible que ya está tejida, que no tiene conciencia de ser red y creo que este despertar social está generando esa conciencia de red. En muchos dominios eso está surgiendo, pero aún no tenemos la conciencia del poder colectivo. —¿Y no afecta el rendimiento? —El rendimiento en sí mismo no es un problema, lo es cuando los modos para alcanzarlo se tornan extractivos y jerárquicos. Cuando el desempeño se está articulado desde el modo redárquico y colaborativo, a las personas nos encanta porque lo necesitamos. Si la gente no se siente vista, reconocida y participando en la organización, se pierde todo el talento colectivo y costará mucho llegar a resultados. Estamos en tiempos de tanta soledad y aislamiento, que necesitamos el colectivo. Entonces el poder que tiene la redarquía es que genera pertenencia, y la pertenencia con un propósito de trascendencia, orienta el desempeño. Eso es muy benéfico. Escucha contenedora —¿De qué modo la organización puede apoyar a sus equipos en estos momentos? —Lo primero es entender que el dolor, el estrés y las emociones tienen que ser llevadas al grupo para sentir juntos el apoyo. Esto significa usar los espacios organizacionales y de contención emocional, porque muchas personas cuando escuchan otras voces se dan cuenta de que todos en la práctica estamos pasando por lo mismo. Este es un tiempo de ponderación, no de polarización. Es bonito ver que hay personas, en todos los niveles, que entienden que su rol es crear una red para escuchar y sostenerla energéticamente y no dar su opinión. La escucha genuina, sin juicio, es lo que necesitamos para proveer equilibrio y tranquilidad emocional. —En una crisis como la actual ¿qué pasa con el miedo en la organización? —El miedo conecta con la amenaza de pérdida y con lo que hay que conservar. Este es el tiempo de conservar lo necesario para la vida, los vínculos, la calma, el trabajo. Cuidar las palabras, la propia templanza. Volver a poner el poder en la red local. Es necesario expresar el miedo y preguntarse por la función de esta emoción en el contexto en el cual aparece. —¿Qué medidas concretas puede tomar la empresa? —Primero generando una matriz de escucha contenedora. Segundo, dando instancias participativas. Tercero, implementando políticas de compensación que reduzcan la inequidad. Cuarto, promoviendo un sistema de reconocimiento en la organización y favoreciendo los liderazgos redárquicos para co-construir, colaborar y cooperar. De aquí en adelante es el «qué» y el «cómo». Pasamos del ego a la cultura del «co»: co-construir, colaborar, considerar, cooperar. —¿Estamos avanzando hacia allá? —Nos estamos moviendo a un paradigma cósmico. Si observamos la naturaleza, es pura colaboración, el cuerpo humano es pura colaboración, el universo es pura colaboración. ¿Qué día los humanos optamos por el paradigma competitivo? Por supuesto que desde lo político y lo económico es así, porque están sosteniendo el poder, pero son los estertores, estamos de salida. Por eso estoy tan esperanzado en que viene un tiempo nuevo, un hombre ético, prácticas colaborativas, redárquicas: viene la comunidad.

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