Presentación del libro "La nueva élite"

Quiero agradecer a Pablo Reyes y Daniel Fernández por su invitación a presentar el libro, admirando su vocación de servicio. Cada uno sale de su actual mundo (ejecutivo y académico-consultor) para ir a las expuestas aguas del análisis social, político y cultural, con el deseo de construir una sociedad más integrada e inclusiva.  Mis respetos.

Es esperanzador leer “La nueva élite” pues ofrece un modelo de análisis profundo y descriptivo de la dinámica cultural de Chile, que sale del fango de las pequeñeces de los grupos de poder autorreferentes, esa pequeña batalla de la competencia del mercado a matar o morir.

La nueva élite es un libro que entrega perspectiva histórica con un análisis cultural, desideologizando las usuales perspectivas de la dictadura y los posteriores gobiernos democráticos. Permite mirar desde una atalaya y dejar de atender a las encuestas de opinión pública, el pauteo de los partidos, los medios y los grupos de interés, y el tráfago del corto y mediano plazo, para comprender las grandes transformaciones societarias y culturales. Es intentar escuchar el sonido del crecimiento de los árboles añosos.

Permite distinguir, separar y conceptualizar lo superficial de lo profundo, fijando el análisis en las tendencias de valores sociales y de procesos de pensamiento de los diferentes grupos sociales. Como describen los autores en el libro, saca la mirada de la superficie del río y de las corrientes subterráneas, para concentrarse en el lecho del mismo y sus transformaciones tectónicas. Invita a la mirada larga, necesariamente colectiva, más allá de una existencia individual.

Modifica el análisis de las categorías sociales, que siguen criterios económicos, de símbolos de clases, o cualquier criterio diferenciador o segregador. Se sale del ABC1, de izquierdas y derechas, de ricos y pobres, cuicos y flaites, de humanos y humanoides, para comprender a partir de cómo pensamos y cuáles son los valores y motivadores que en los hechos impulsan nuestra conducta. Permite ir más allá del doble discurso, las palabras a medias propias de la cultura dominante y de la tristemente extendida incoherencia discurso-acción, para centrarse en los hechos culturales que hablan de nuestra ADN valórico real, el de las convicciones sin maquillajes, allí donde las conversaciones privadas son iguales a las públicas.

La metodología vmemética es una suerte de análisis de la estructura de personalidad de los grupos sociales, agrupados según sus formas de pensar y actuar. En este sentido, la perspectiva integrada e integral de análisis usada en el libro supera las limitaciones de las herramientas de análisis individual (propio de la psicología), social  (sociología), económico, político, moral y antropológico. A ratos me recordaba cuando estudiaba psicodiagnóstico clínico, pues sentía que todos los colores de la dinámica espiral me representaban en parte.

Este libro obliga al lector a observar sus propias creencias, a interpelar lo básica o estrechas que pueden ser. Si quien lee tiene la voluntad de observarse a sí mismo y los grupos socio-culturales de los que es parte, instala la conciencia y obliga a preguntarse cuál es mi próximo nivel evolutivo, hacia dónde dirigir mi automaestría para hacerme un ser más integral, cómo contribuir a la construcción de una sociedad que tienda a la colaboración comunitaria, la inclusión y la legitimidad social.

Es imposible no asociar el brillante análisis de los autores a la idea de legítimo otro de Humberto Maturana, y cómo nuestra decisión consciente de ampliar las propias conductas para ver a los otros como iguales a mí en dignidad, a pesar de todas las diferencias accidentales, es la base del encuentro humano y de la convivencia social.

La “doctrina Maturana” de la igualdad como base de la naturaleza humana se opone a la “doctrina Jovino Novoa”, quien sostiene en su último libro que somos desiguales por naturaleza, lo que justifica la idea de superiores e inferiores en cualquiera de sus formas y hace innecesarios los ajustes estructurales para nivelar la cancha de las diferencias de la cuna. En lenguaje de dinámica espiral, esto representa la tensión paradigmática entre el azul conservador y el verde comunitario y radicalmente humanista y libertario.

Este eje es central en el mundo de las organizaciones y de cualquier forma de organización social, pues la encarnación de la creencia del legítimo o del ilegítimo otro configuran convicciones, formas de gestión, estilos de liderazgo y formas de relacionamiento humano que se tornan casi incompatiblemente tensionadas.

Estilo relacional según la adscripción a la creencia del legítimo otro.

Dimensiones
Relaciones Impersonales
Relaciones Confiables
Foco existencial
Ego
Nosotros, la filiación
Creencia principal de la persona
Ilegítimo otro: superior o inferior.
Legítimo otro, igual por naturaleza
Tipo de relación
Verticalidad
Horizontalidad
Sensación que genera en el otro
Irrespeto, desconsideración o maltrato
Respeto y cuidado
Tipo de comunicación
Instrucciones y feedback negativo
Diálogo y feedback apreciativo
Sentido de la relación
Hacer que trabajes para mis metas
Sentido compartido trascendente
Concepción del colectivo
Grupo de tarea
Equipo de alto desempeño
Emocionalidad predominante
Miedo, negatividad
Confianza, positividad
Foco relacional
Relación funcional e instrumental
Construcción de vínculos
Dinámica de relación
Desconexión
Conectividad
Tipo de escucha
Diálogo interno, no escucha a otros
Escucha empática e indagación
Impacto emocional del jefe
Distancia y autoprotección
Cercanía
Efecto del jefe en el equipo
Exclusión, competencia, individualismo
Inclusión, unión, engagement
Tipo de liderazgo
Firme
Firme y cercano
Desarrollo emocional del jefe
Analfabetismo emocional
Autogestión y madurez emocional
Relación con el jefe
Descreimiento e invalidación
Credibilidad
Concepción de la felicidad
Utilitaria e instrumental
Finalidad de la propia vida

Fuente: Ignacio Fernández, 2014

¿Qué hacer con los líderes de la antigua élite y con esas personas influyentes en lo político, económico y cultural que tienen incapacidad de mirar sus valores, su ego deformado y sostenido en un sistema de pensamiento cerrado y autojustificado, y con alta inefectividad de sus comportamientos más allá del propio interés naranja?

La psicoterapia muestra que las personas cambian por dos razones: por convicción o por tensión. Pocos cambian por convicción. Dada la poca probabilidad de cambio consciente, sería cultural y socialmente necesario que se amplifiquen las tensiones paradigmáticas, hasta el límite de no alterar la estabilidad institucional, tema que por supuesto se amplifica o minimiza según las propias convicciones.

La tensión la conocemos bien. Se genera por la calle, por los grupos de ciudadanos o consumidores organizados, por el reclamo y la protesta local, por darle mayor poder a los sindicatos y nivelar en parte la escandalosa asimetría de poder entre empresa y sindicato. Venimos saliendo de un año de reformas, la tributaria y la educacional. Para muchos son reformitas. Para otros el lobo marxista asoma sus dientes.

Organizacionalmente es claro que se hicieron negociaciones para generar algo más de equidad, sin angustiar a los defensores del modelo económico. Lo claro es que los estándares de bienestar en Chile hoy son muy diferentes de los existentes hace sólo 3 años. Y eso gracias a las tensiones generadas por “la calle”, que genera al menos dos miradas: la creciente consciencia de la necesidad de equidad e inclusión por razones valóricas, por un lado, y, por otro lado la mirada instrumental de entender que para seguir generando riqueza es necesario transar para “invertir” en paz social. Cambio con estabilidad, sin fracturas traumáticas.

A mi juicio, “La nueva élite” es una contribución de altísimo nivel, pues describe con detalle las etapas del proceso de construcción de sistemas sociales y organizacionales en lógica colaborativa y sustentable. No se queda en el diagnóstico y el análisis crítico. Propone la herramienta de intervención para los soluciones adaptativas del Chile actual. Realmente relevante.

Queda el desafío de la caracterización y la formación de los nuevos líderes, la nueva élite. Por la experiencia de acompañar procesos largos de transformación del liderazgo, ello tiene tres puntos clave:
·      Es un proceso desde adentro hacia fuera, es decir, requiere consciencia de los propios valores, la evaluación de su efectividad en perspectiva comunitaria y la decisión de querer evolucionar en mi propia automaestría.
·      Se debe plasmar en prácticas de liderazgo horizontal e inclusivo y en formas de diálogo centrado en la relación, en la horizontalidad relacional, la co-construcción verdadera y la búsqueda de proyectos compartidos que vayan más allá del sólo interés individual.
·      Se construye cultura cuando los líderes muestra convicción y consistencia conductual por al menos un par de años, cumpliendo las prácticas promulgadas desde el management. Sólo así se modifica la cultura organizacional.

El libro me dejó con muchas preguntas e interpelado como persona, ciudadano y académico.   La pregunta que me tiene desvelado es ¿cómo articular una forma de organización social y laboral que conserve los beneficios actuales de crecimiento económico y retorne a lo que hemos perdido de la vida en comunidad, inclusión y amor por el otro?

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