Abundancia de talento

Hoy es un lugar común hablar de la escasez de talento. Veo el tema de una forma completamente diferente. El talento se despliega en condiciones organizacionales que facilitan su expresión. Esos ambientes son de confianza, donde se considera a las personas como adultos autónomos y responsables, que saben administrar sus metas, tiempos y procesos, que se mueven interiormente por el sentido del equipo y de la empresa, y que no requieren ser controlados desde la desconfianza. Generar estas condiciones de trabajo es resultado de una concepción adulta y confiada en el ser humano.

Quienes tienen una visión de la persona como alguien a quien hay que controlar para que trabaje, pues así se logra rendimiento y productividad, quienes creen que “la gente busca las oportunidades para sacar la vuelta” son los que producen ambientes marcados por el miedo, por una estructura rigurosa de supervisión y control, donde los errores son penalizados buscando a los culpables y donde se genera un clima en que es mejor ser promedio, no destacar ni mostrar capacidades particularmente buenas para no recibir la molestia de los compañeros de trabajo, el jefe o la empresa. Es una invitación a cumplir la meta y nada más.

Estos ambientes son los que priman en la mayoría de las empresas y son justamente los directivos y ejecutivos de estas compañías parte de los que se lamentan por la falta de talento. Sin dudas hay trabajadores que responden a este perfil más reactivo e infantil y requieren un control tipo capataz, un trato firme y serio, y control sobre sus comportamientos. También se observa que hay un número creciente de personas y profesionales que buscan un ambiente de trabajo adulto, marcado por la horizontalidad, por desafíos exigentes y difíciles en el qué, y libertad para autoadministrar el cómo. Trabajadores con perfiles y características diferentes reclaman condiciones organizacionales diferentes. En ambientes tradicionales el talento no aparecerá por ningún lado. Sería una apuesta de alto costo para quien se atreva y con baja probabilidad de retorno.

El talento está. No están las condiciones para que se despliegue. Si no cambian las creencias de esos ejecutivos y no se dan cuenta que “los talentos” buscan ambientes adultos, valoradores de la autonomía y las posibilidades de creación, el talento seguirá faltando en sus empresas. La evidencia muestra que el talento y la innovación requieren de pasión, libertad y positividad para desplegarse. ¿Existe eso en su empresa? Si no existe, es probable que haya muchas personas talentosas asustadas y agazapadas, esperando la oportunidad de aportar valor.

El talento es abundante y esté en cada lugar de las empresas. El desafío de las organizaciones es construir las condiciones positivas para que surja, tanto en lo individual como en lo colectivo. Ello no depende de fijar políticas, crear normas, cambiar procesos, incluir estas ideas en la planificación estratégica o emitir edictos organizacionales. Depende de la gestión del sí mismo de los directivos. Dan confianza quienes viven su vida en confianza. Dan positividad quienes viven con mirada positiva. Crean espacios de innovación quienes encaran su vida como protagonistas del propio aprendizaje y expansión. La falta de talento es una crisis derivada de la escasa gestión del sí mismo de quienes dirigen las empresas, pues desde su vida personal no se generan ni irradian las condiciones para que el talento se despliegue. La falta de talento está adentro de ellos, no está afuera. Afuera hay mucho, competente, capaz, abundante y deseoso de ser desplegado.

Comentarios

Me siento en total acuerdo contigo. Lo que he visto ahora ultimo al realizar focus en algunas instituciones es todo lo contrario. Se observan jefes que no se encuentran a la par con sus trabajadores, no los apoyan, ni ayudan en su autogestion, solo les importan resultados y numeros, no el talento proveniente de sus estudios o de sus propias capacidades. Como en estas empresas, tambien ocurren en muchas, en donde la gestion del personal solo se le atribuye a su "propio personal", sin ayudar ni reconfortar, ni alentarlos, puesto que se creen superiores a ellos.
Falta en las empresas en general esto de gran importancia, la ayuda al personal, a los trabajadores; falta el reconocimiento por parte de los altos mandos.
Al interior de las empresas se pueden encontrar grandes talentos, pero son ellos mimos los que los opacan, desencantamndolos con su trabajo y obligandolos trabajar solo por trabajar.
Buena reflexion,
Un beso
Raimundo dijo…
Me pasan algunas cosas al leerte y finalmente, creo que no estoy completamente de acuerdo con lo que veo acá.

¿El talento no se despliega en condiciones organizacionales que dificultan su expresión?

A mí me parece que es justamente en estos ambientes difíciles donde el verdadero talento se despliega. Puede ser fácil ser talentoso cuando las condiciones se dan; cuando la cosa funciona.

Tal vez el retorno de desplegar el talento no es mucho en condiciones represivas o controladoras, pero justamente son las personas que se atreven a desplegar su talento los llamados a cambiar el sistema.

Un sistema represivo no cambia porque sí, cambia porque hay una o varias personas expandiendo su talento y moviendo el contexto, sin contentarse con poner el foco en "el sistema que me frena".

Por lo mismo, no creo que abunde el talento. Sí abundan las personas con mucho potencial para alcanzar alto rendimiento en contextos adecuados, pero son las personas con talento extraordinario las llamadas a cambiar los contextos inadecuados y convertirlos en contextos expansivos para el potencial de cada persona.

Un contexto inadecuado muchas veces es el mejor contexto para que el talento salga a relucir, a pesar de todo.

Saludos, un abrazo,
Raimundo
Pía Cordero dijo…
Me gusta tu estilo. Certero, arriesgado y a la vena.
Te atreves a escribir lo que muchos piensan pero no lo dicen por el contexto o por las consecuencias que puede traerles.
Estoy completamente de acuerdo con lo que escribiste, el problema no es la falta de talento como muchos dicen, el tema es el contexto y la poca integridad de las personas con más poder y toma de decisiones que no permiten que los talentosos se desplieguen.
Súper interesante el punto de Raimundo, creo que "dice" lo mismo que Ignacio: en mejores contextos es más fácil que los talentos se desplieguen, pero no necesariamente son más talentosos los que a pesar de la adversidad se atreven... ¿se atreven a qué? Sus ideas o propuestas no necesariamente son positivas ni propositivas...
Podríamos concebirnos a nosotros como agentes de cambio en nuestros lugares de influencia, para aportar en las organizaciones y ayudar a que los talentos emerjan sin miedo y con mucha luz.

Besos.

Pía
Mali dijo…
Sólo quiero comentar que cuando re-conoces al otro (y hago esta distinción)abres un espacio de aprendizaje para mirar en el otro en sus múltiples recursos, los cuales pueden ser una apuesta de valor no sólo para la Empresa, si no para la vida...hablaría desde la base de dejar de lado el jucio, egoísmo y miedo, que nos produce el aporte de un otro,para generar espacios enriquecedora integración.
Creo absolutamente cuanod dices que todo depende del contexto en el cual nos encontramos pero tb estoy de acuerdo en que depende tb de uno hacer que las cosas cambien...
El lenguaje crea realidades,más aún cuando encuentras las palabras indicadas para expresar lo que piensas...Sin embargo, depende de cómo te hagas escuchar y quien sea tu interlocutor.
Creo que cada uno de nosotros tiene un talento y a través de nuestro camino vamos descubriendo el dónde y cuándo podemos desplegarlo.
Un abrazo gigante!
Cariños,
Mali.
Anónimo dijo…
Creo que llego el momento para agradecer seguro no imaginas lo determinante que ha sido el haber estado presente en el momento correcto y en el lugar correcto, tarapaca innova el 21 nov. en iquique.Yo no creo que soy distinta si he hecho cosas distintas tengo 27 años hasta el año pasado era madre de 2 niños,separada, y una inestable microempresa,definitivamente yo he vivido lo de la gestion del si mismo, y lo puedo decir con orgullo ya que hoy estudio ingenieria industrial,tengo una empresa de menor tamaño donde si se dan los espacios de confianza y positivismo, los cuales me han dado muy buenos resultados,una empresa emergente con proyeccion a exportar,gestora de un proyecto asociativo imagen y publicidad,y ahora creando los espacios en la universidad,a nivel empresarial, organismos de fomento y la comunidad; trabajando en conjunto se puede lograr hechos significativos.
Talentos que estuvieron siempre latentes en mi pero que hoy es la oportunidad de demostrar con argumentos que cuando esta la voluntad,la conviccion de que todo puede ser mejor y que aquello depende de cada uno de nosotros es posible de forma concreta crear nuevas formas de trabajo.Y debo reconocer que el estar presente en ese seminario mi paradigma ya no sera nunca el mismo.
GRACIAS

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